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Sacrifican a la ballena beluga atrapada en el Sena tras rescatarla

El cetáceo, en estado de desnutrición, fue visto por primera vez en el río Sena el martes, a unos 70 kilómetros al norte de París, la capital francesa.

ballena beluga París
REUTERS/Benoit Tessier

Francia activó una operación sin precedentes para intentar salvar a la ballena beluga que había aparecido en el cauce del río Sena a 70 km al norte de París. Nadie sabía cómo había podido llegar hasta allí. Es la segunda beluga conocida en Francia desde que en 1948 un pescador del estuario del Loira sacara una en sus redes.

El cetáceo, que medía cuatro metros y pesaba alrededor de 800 kg, había dejado de comer y está muy débil. Los intentos por darle peces, incluso congelados por las altas temperaturas, fueron en vano. No comía nada.

Ayer por la noche se intentó una última operación para transportar a la beluga perdida en el Sena, para intentar salvar al animal que suele encontrarse en aguas frías.

Pero tras seis horas intentando sacar al animal en grúa, y cuando iba en un camión refrigerado hacia el mar, los veterinarios tuvieron que tomar la decisión de sacrificarla, tal y como informó en redes Sea Shepherd France, una ONG que desde 1977 vela por proteger la vida marina y a todas sus especies.

La misma organización ya vaticinaba el final, “En la actualidad, no disponemos de información suficiente para decidir sobre las posibilidades de supervivencia del animal, sea cual sea la solución planteada. Sin embargo, es obvio que las condiciones ambientales en las que se desarrolla no le son muy favorables, en particular debido a las temperaturas muy altas y al agua dulce pura. Sin embargo, es fundamental evaluar los riesgos y maximizar las posibilidades de éxito de cualquier intervención que se considere”.

La veterinaria a cargo de la operación, Florence Ollivet-Courtois, dijo que “el animal no estaba recibiendo suficiente aire y estaba sufriendo visiblemente”. Esta ballena suele vivir en las aguas frías de Canadá. “Por lo tanto, decidimos que no tenía sentido liberarlo y procedimos a la eutanasia”.

El camino hasta el mar, hasta el Canal de La Mancha, era de 160 km. Incluso se plantearon aportarle vitaminas a través de inyecciones, pero no hubo opción; la situación para la ballena era de máxima debilidad.

Según ha contado el Observatorio Pelagis de Francia, que se especializa en mamíferos marinos, la población de belugas más cercana se encuentra frente al archipiélago de Svalbard, al norte de Noruega, a 3.000 km del Sena.