¿Qué pasa si un vecino tiene deudas con la comunidad de propietarios y cómo se reclaman?
La opción más recomendada es la de tratar de llegar a un acuerdo de manera pacífica, pero hay vías legales que permiten reclamar este tipo de deudas.
Las comunidades de vecinos deben hacer frente a una serie de gastos que van desde los más básicos, como la luz o el agua comunes, hasta otros que pueden hacer que estas cuotas aumenten su valor, como una obra para reparar cualquier elemento de la comunidad. En estos casos, puede suceder que uno de los distintos propietarios no pague, por distintos motivos, el dividendo establecido. ¿Qué se hace en esos casos?
1. Dar a conocer que existe una deuda
El primero de los pasos que debe seguir la Junta de vecinos al frente de la comunidad es dar a conocer a todos los propietarios que hay una deuda en una junta extraordinaria. En esa misma reunión deberán aprobar si reclaman o no esos impagos.
2. Comunicar al vecino que debe asumir la deuda lo antes posible
El siguiente paso es hablar con el vecino que no ha abonado la cuota correspondiente y comunicarle que, desde la comunidad, se exige ese cobro. Sin embargo, es importante que este paso se dé con una intención pacífica y con el propósito de no tener que recurrir a la vía legal.
Es más, se recomienda acudir a la justicia en última instancia y tratar de llegar a un acuerdo con el vecino que no está asumiendo los pagos. Por lo que es importante conocer el motivo por el que el propietario no está efectuando los abonos correspondientes y si este tiene previsto realizarlos. En ocasiones, es conveniente que la Junta de vecinos sea flexible en función de las causas del impago.
Ahora bien, de cara a poder acudir a los tribunales, a la comunidad de vecinos le interesa tener una prueba de que esa notificación se ha realizado. Por lo que se recomienda enviarla a través de un mecanismo que permita certificar el acuse de recibo, como un burofax.
3. Conocer la respuesta
Una vez el deudor sepa que la comunidad continúa esperando que pague su cuota pueden plantearse diferentes escenarios. El primero de ellos es que el vecino abone el dinero correspondiente —al que le han podido añadir intereses por el retraso— y se cierre el asunto.
O puede suceder que no pague. Si se opone, el siguiente paso que puede dar la comunidad supone acogerse a la vía legal e interponer una demanda y comenzar las gestiones pertinentes. Es más, tiene la potestad de emplear un recurso de solicitud de demanda y embargo preventivo de los bienes del vecino, hasta que la deuda quede saldada.