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¿Por qué vemos destellos de luz cuando nos frotamos los ojos o estornudamos?

Lo que se percibe puede tomar formas diferentes, pero la experiencia más común es lo que se llama una presión de fosfeno. Esto sucede porque en nuestros ojos hay una neurona especializada.

¿Por qué vemos destellos de luz cuando nos frotamos los ojos o estornudamos?
Foto: Shutterstock

Los destellos en los ojos no suelen ser graves si aparecen y desaparecen rápidamente. En caso de que la persona en cuestión aprecie que permanecen o se acompañan de otros síntomas, debe consultar al oftalmólogo, ya que podrían estar relacionados con enfermedades de la retina, del nervio óptico y también migrañas.

Los flashes y destellos en los ojos, también denominados fotopsias, son “fogonazos” de luz que puedes experimentar sin haber recibido un estímulo luminoso externo, de manera que los percibes como si se generasen dentro del globo ocular, incluso teniendo los ojos cerrados.

El globo ocular puede activar los fotorreceptores de la retina

Es frecuente que los veas cuando te frotas los ojos o estornudas ya que la presión ejercida sobre el globo ocular puede activar los fotorreceptores de la retina. Los científicos llaman al fenómeno fosfeno, que consiste principalmente en experimentar la sensación de ver luz sin que realmente haya luz que pase en ningún momento a través del ojo.

Lo que se percibe puede tomar formas diferentes, pero la experiencia más común es lo que se llama una presión de fosfeno. Esto sucede porque en nuestros ojos hay una neurona especializada, llamada célula ganglionar de la retina. El trabajo de esta es recibir la información visual que le mandan estas células que están más cercanas a la fuente de luz.

El sistema nervioso, incapaz de diferenciar dos estímulos

Esas células, naturalmente, son las que se encuentra dentro de nuestro globo ocular de manera constante. Son fotorreceptores sensibles a la luz que llega al revestimiento ubicado en la parte superior del ojo, lo que se conoce comúnmente como retina.

El sistema nervioso es totalmente incapaz de diferenciar los dos estímulos, por lo que la percibirá de la misma manera que si viera una iluminación. Incluso un estornudo o la tos puede ser suficiente para provocar un pequeño fosfeno en algunas personas.

Esa presión no es la única de experimentar ese resplandor inexistente, tal y como ocurre en las personas con migrañas. Sin embargo, la ciencia no tiene una explicación totalmente demostrable sobre qué causa exactamente los fogonazos visuales que acompañan a la migraña.