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¿Por qué Francia no quiere el MidCat y sí construirá el BarMar entre Barcelona y Marsella?

París siempre se ha posicionado en contra del gasoducto que atravesaría los Pirineos: quería construirlo rápidamente y que solo llevase energía verde.

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planta regasificadora de Enagás en Barcelona
JOSEP LAGO / AFP

La posición de Francia a abrir un gasoducto que conecte a la península ibérica y Alemania, pero que atraviese territorio francés, siempre ha sido clara: no se seguirá construyendo el MidCat. En cambio, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, sí dio luz verde la semana pasada BarMar, un corredor marítimo de energía verde que conectará Barcelona y Marsella.

El presidente de España, Pedro Sánchez, el francés Macron y el primer ministro portugués, António Costa, se reunieron el pasado jueves en Bruselas para aprobar el nuevo proyecto, la tubería marítima que solo transportará hidrógeno verde, pero también podrá suministrar gas desde la península a Francia de forma puntual y en vista a la crisis energética. “Hemos llegado al acuerdo de sustituir el proyecto del MidCat por un nuevo proyecto que se va a denominar corredor de energía verde y que va a unir la Península Ibérica a Francia y, por tanto, al mercado energético europeo”, anunció Sánchez. Fuentes del Ejecutivo español aseguran a El País que el BarMar será mejor que el MidCat, pero el corredor marítimo no facilitará a España que pueda aprovechar su capacidad de regasificación ( el 30% del total europeo) para enviar el gas que le sobra a otros países que lo necesitan, como Alemania.

A Bruselas le interesaba un proyecto de este tipo porque supone crear un mercado único energético para la Unión Europea. Sin intercambios entre los países miembros, cada uno de los estados funciona de forma independiente en materia energética. De hecho, la falta de intercambio energético fue la llave que permitió la excepción ibérica para limitar el precio del gas en España y Portugal. A Bruselas le interesaba el MidCat, incluso se mostró dispuesta a financiar parte del proyecto, pero París rechazaba y rechazaba el gasoducto.

¿Competencia energética para Francia?

Francia aseguraba que la infraestructura tardaría mucho en construirse (el BarMar posiblemente tarde más que el MidCat) y que el proyecto va en contra de la política europea de eliminar los combustibles fósiles para 2050. París también dudaba de su validez para transportar hidrógeno verde, algo que sí hará el BarMar. Estos eran los argumentos oficiales que lanzaban desde los Campos Elíseos. Pero fuentes del sector energético aseguraban que la creación del MidCat supondría una competencia energética para Francia, país con numerosas centrales energéticas, cuya energía exporta a Alemania e Italia, dos de los países más afectados por la crisis.

El BarMar será el proyecto que toda Europa quiere. O al menos las partes implicadas. Fuentes francesas citadas por El País aseguran haber logrado su objetivo: dejar atrás el gasoducto que atravesaría los Pirineos y construir una alternativa verde. Todavía queda por ver qué va a pasar con el BarMar. No se conoce el coste y tampoco si podrá financiarse con dinero europeo. De momento, Costa, Sánchez y Macron se reunirán en Alicante el 9 de diciembre para rematar los detalles del proyecto que permitirá que la energía de la península se conecte con Europa.