Polonia se protege
El ministro de Defensa del país, Mariusz Blaszczak, anuncia la construcción de una valla metálica en la frontera con Kaliningrado (Rusia) para evitar la migración ilegal.
Polonia planea la construcción de una valla de alambre de púas en su frontera con Kaliningrado de Rusia, según ha explicado su ministro de Defensa, Mariusz Blaszczak, en medio de preocupaciones de que la zona pueda convertirse en un conducto para la migración ilegal. La construcción de la “barrera temporal” de 2,5 metros de alto y tres de profundidad comenzará “de inmediato”, según Blaszczak.
Blaszczak ha explicado en una rueda de prensa en Varsovia que la barrera que se empezará a construir esta misma semana consistirá en una triple fila de alambradas “como las utilizadas por los Ejércitos de todo el mundo” y que se extenderá a lo largo de los 210 kilómetros del perímetro fronterizo terrestre de la provincia rusa de Kaliningrado.
Según el ministro, la decisión de “sellar la frontera” entre Polonia y Rusia cuanto antes se tomó durante el consejo de ministros del pasado viernes. Con el aumento de las tensiones debido a la guerra en Ucrania, el ministro ha recordado la crisis desencadenada el otoño pasado cuando miles de inmigrantes africanos y de Medio Oriente intentaron cruzar la frontera de Bielorrusia hacia Polonia, algunos de los cuales murieron.
Además, Blaszczak aseguró que también hoy el cuerpo de zapadores del Ejército polaco comenzará sus trabajos de telemetría para la construcción de un muro fronterizo permanente en esa frontera “del mismo tipo que el que ya existe en la frontera entre Polonia y Bielorrusia”, que está dotado de medidas de vigilancia electrónica. Se prevé que el muro esté terminado a finales de 2023.
Acusan a Bielorrusia de haber organizado migraciones ilegales
Desde Varsovia se ha estado acusando a Minsk de haber orquestado un flujo migratorio artificial de miles de personas procedentes de Irak, Siria y Afganistán en represalia a las sanciones impuestas por la Unión Europea por la represión de las protestas por los resultados de las elecciones de agosto de 2020, en las que el presidente, Alexander Lukashenko, revalidó mandato nuevamente.
Según AFP, la guardia fronteriza polaca y diferentes ONG en el sitio han notificado decenas de intentos de cruces ilegales diarios. No solo Polonia: son varios países occidentales los que consideran que Bielorrusia organiza los cruces fronterizos para desestabilizar la región, una acusación que Minsk niega.
Polonia envió a miles de soldados y policías a reforzar el patrullaje fronterizo en el peor momento de la crisis y adoptó una ley que permite devoluciones y la dura postura antimigratoria del gobierno polaco han sido condenadas por activistas y organizaciones de ayuda.