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POLÍTICA

Paco Guarido, el alcalde de Izquierda Unida al que vota la derecha en Zamora: “Este rojillo sabe gestionar, me dicen”

Francisco Guarido es el alcalde Zamora, la única capital de provincia española con un Gobierno de Izquierda Unida. Este 28 de mayo aspira a su tercer mandato.

Francisco Guarido, alcalde de Zamora.
Emilio Fraile

Francisco Guarido pasea por la calle en Zamora y mucha gente lo para. “Trato de escuchar a los vecinos”, dice a sus 65 años. Es el alcalde y tiene una peculiaridad: pertenece a Izquierda Unida, el único de esta formación que gobierna en una capital de provincia española. Y tiene mayoría absoluta. La encuesta de La Opinión de Zamora le da un gran resultado también en las elecciones de este 28 de mayo. Es una ciudad de casi 70.000 habitantes, en las generales y autonómicas gana la derecha, pero no sucede así en las municipales. “La clave está en haber hecho un trabajo honesto y creíble”, revela Guarido.

“La fórmula creo que simplemente es trabajo, trabajo y trabajo. Comenzamos en 1999, sacamos un 5% y salí como único concejal. Durante 16 años estuve en la oposición. Fuimos creciendo paulatinamente de concejales y es verdad que, en paralelo, Izquierda Unida Federal iba hacia abajo. En 2011 tuvimos cuatro concejales. Y en 2015 sacamos ocho y ya salí alcalde. En 2019 nos dieron la mayoría absoluta. Así que ha sido poco a poco”, describe el edil: “Nos votan algunos electores del Partido Popular, o incluso de Vox y la gente del PSOE. Parece que en lo municipal se fían mucho más de nosotros que de sus propios partidos”.

P: ¿Y cómo consigue ganarse a esa gente tan ideológicamente opuesta?

R: Con una inversión muy potente y una transparencia mucho más profunda que la de otros gobiernos municipales. Hemos limpiado de corrupción el Ayuntamiento, y la gente lo que quiere es que no se robe, que el poco dinero que hay se gestione bien y de forma honesta. Entramos con una deuda que tenía el Partido Popular de 14 millones, los proveedores cobraban a seis meses, ahora no tenemos deuda, somos uno de los Ayuntamientos que más rápido paga de toda España, tenemos un remanente bueno para ir haciendo inversiones... Creo que los ciudadanos saben que con nosotros el dinero de la caja común está bien cuidado. También contribuye muchísimo que el PSOE históricamente en Zamora siempre ha estado muy dividido, y eso nos favorece. Nosotros arrastramos un porcentaje muy alto de votos del PSOE, pero también del PP Pero eso se consigue también haciendo un gobierno para todos.

P: Es que es llamativo eso que dice, que gente del PP vote a uno de Izquierda Unida...

R: Es lo que yo llamo el sentido práctico de la política. Es gente de derechas, pero al final dicen: ‘con este rojillo el dinero está mejor guardado, que otros pueden meter mano en la caja. Este rojillo invierte en el centro y en los barrios. Y además, por respeto, a la Semana Santa, un acontecimiento destacado en Zamora, la protege porque lo considera como un hecho puramente económico. Y este rojillo tiene además un grupo de gente que ha demostrado saber gestionar desde cultura a la economía, la movilidad, el deporte...’ Al final en estas pequeñas ciudades nos conocemos todos, y parece que confían más en este rojillo de Izquierda Unida que en los de la derecha de toda la vida.

P: Habla sobre la Semana Santa, uno de los grandes acontecimientos de Zamora, que cada año atrae a miles de turistas a la ciudad. Un evento que también conlleva un componente religioso. ¿Cómo navega ahí?

R: En el caso de la Semana Santa, los católicos y la gente de cofradías han entendido muy bien lo que hemos hecho. Es una separación total de lo que es religioso, de lo laico y civil. Por ejemplo, una de las cosas que aquí eran tradicionales era el juramento del silencio, que se hace en una procesión. Desde la época del franquismo lo venía haciendo siempre el alcalde, se postraba ante los pies del Cristo y lanzaba allí sus mensajes. Eso conmigo se acabó en 2016, que fue la primera Semana Santa en la que fui alcalde, y las cofradías lo aceptaron bien. En el fondo creo que era lo que querían en la ciudad. Los concejales de Izquierda Unida nunca salen en procesiones y lo que se hacía de simbolismo religioso en el Ayuntamiento se cortó de manera radical.

P: Pero sí la apoyan a su manera...

R: Entendemos que la Semana Santa es un hecho económico relevante para la ciudad, y es un hecho cultural. Ahora se está construyendo incluso un nuevo Museo de Semana Santa con apoyo municipal. Una cosa es lo religioso y otra lo cultural y económico. En eso apoyamos en todo lo posible a la Semana Santa, incluso mucho más que los de antes, pero lo hacemos porque durante muchos días la ciudad está llena, los bares están llenos, la hostelería está a tope, es decir que nosotros lo vivimos como un hecho económico para la ciudad que hay que proteger, y el que quiera verlo como un hecho religioso es una cuestión puramente privada.

P: Introduce ideología, pero de manera sutil...

R: Hemos logrado hacer cosas que en otro momento eran impensables. Por ejemplo, hemos aplicado la ley de memoria histórica, quitando todos los títulos que aquí tenían Franco, José Antonio... La medalla de oro, hijo predilecto, no sé qué... Todo borrado. Tuvimos apoyo de Ciudadanos, y en otras iniciativas hemos tenido apoyo del Partido Popular. Es una gestión tranquila, pero también ideológica. La hemos hecho dando muchas explicaciones y la gente lo ha entendido. Hemos gobernado para todos, pero con una visión siempre de un gobierno de izquierdas, haciendo políticas que beneficien a la mayoría de la gente que lo está pasando mal.

P: ¿Está mucho en la calle? Escuchando a los vecinos...

R: Antes lo hacía más y ahora es verdad que lo hago menos, porque el trabajo de alcalde absorbe muchísimo. Yo soy una persona muy conocida, si puedo salir a la calle y hablar con la gente, lo hago, pero si tengo que ir a un pleno, a una comisión, a una cita, pues casi que tengo que ir en coche, si no, no llego. Sí escuchamos a los vecinos y a las asociaciones en general, pero eso no quiere decir que hagamos lo que la gente nos dice, sino que tú escuchas y luego tienes un criterio para hacer las cosas. Tratamos de cuidarlo todo. La inversión que hemos hecho en los barrios es una inversión muy potente: en aceras, en movilidad, en arreglo de jardines.

Francisco Guarido, en el homenaje a Ángel Nieto en Zamora.
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Francisco Guarido, en el homenaje a Ángel Nieto en Zamora.Mariam A. MontesinosEFE

P: ¿Entonces seguirá Zamora con alcalde de Izquierda Unida tras el 28 M?

R: Bueno, yo creo que hemos hecho las cosas bastante bien. ¿Se puede hacer mejor? Pues claro, siempre se puede hacer mejor y confiamos en que tenga su traducción el día 28. Luchamos por una mayoría absoluta, que da tranquilidad, pero en todo caso siempre hemos dicho que estaremos donde nos pongan los electores. Si nos ponen en la oposición, pues estaremos en la oposición. Porque una cosa que se ve mal en la ciudad es que cuando nosotros llegamos en el 2015, el número uno del PP pasó a senador y en 2019, el del PSOE pasó a diputado. Y eso no queda bien. Cada partido hace lo que le da la gana, pero, socialmente, si te has presentado como número uno, tienes que aguantar cuatro años en la oposición. Te guste o no te guste, con sueldo o sin sueldo, pero para eso te presentaste. No te presentaste para ser ni senador ni diputado. Así que si perdemos, estaré en la oposición cuatro años más. Ya estuve 16.

P: No todo va a ser política, también dicen que Zamora tiene una vida animada para ir a tomar unos pinchos.

R: Esto es la ciudad de los bares. Zamora vive del turismo, del comercio y de la hostelería. Tenemos tapeo y zona antigua de bares, la zona de los pinchos. O sea, que sí que hay buen ambiente. Nos reforzamos mucho con la cultura. Y eso está también asociado mucho al turismo. Tenemos un río muy potente que tiene unos márgenes y unos paseos muy bonitos. El objetivo es recuperar las cifras de turismo que teníamos antes de la pandemia. Es difícil, pero yo confío en que estas ciudades pequeñas van a sobresalir en turismo mucho más que las grandes ciudades.