Nacionalidad española vía origen: requisitos, plazos, dónde pedir cita y cómo solicitar

Desde la entrada en vigor el año pasado de la Ley de Nietos, se ha abierto una nueva vía para solicitar la nacionalidad española, un camino a menudo complejo y desesperante por la densidad de la burocracia que se debe atravesar. La nueva directriz se promulgó gracias a la Ley de Memoria Democrática, y es un mecanismo para acceder al pasaporte del Reino de España en ciertos supuestos. El más común, tener un abuelo de nacionalidad española.

Antes, durante y después de la Guerra Civil fueron miles los que se exiliaron y buscaron ganarse la vida en países de acogida (que a menudo no fueron demasiado hospitalarios). Compatriotas españoles que tuvieron que hacer las maletas a la carrera para huir de las bombas o de la pobreza. Muchos regresaron cuando la situación del país se estabilizó o al llegar la democracia, pero tantos otros acabaron echando raíces fuera, con España como un recuerdo de juventud más que como un hogar perdido.

La mayoría de los inmigrantes que se casaron con personas de los países a los que llegaron, acabaron teniendo hijos que no tenían la ciudadanía española al haber nacido en el extranjero. Por lo tanto, hay toda una generación de ciudadanos de otros países que tienen origen español. La nueva legislación facilita que los descendientes directos de los emigrados y los refugiados puedan tomar el relevo a sus abuelos y pasar a formar parte activa de este país.

Memoria democrática

Hasta hace poco, los trámites eran para estas personas mucho más engorrosos o incluso inviables, ya que al no existir una norma específica que contemplara su caso debían seguir los procedimientos ordinarios exigidos a cualquier extranjero que desee el pasaporte. No obstante, a pesar de la agilización, sigue siendo un carrusel de papeleo y documentos que puede tardar años.

Además de los nietos o hijos de personas emigradas, también pueden optar a la nacionalidad los descendientes directos de aquellos que combatieron en las Brigadas Internacionales durante la Guerra Civil. Este es uno de los aspectos más polémicos de la norma, y se cree que, de cambiar el signo político del ejecutivo, podría ser derogada o una parte o incluso su totalidad. Por eso, muchos se da prisa para aprovechar la breve ventana en la que puede estar abierta esta posibilidad.

Para iniciar los trámites hay, en primer lugar, que pedir cita en el Registro Civil, ya sea física o telemáticamente. Ahí, se informará al individuo cuáles serán los documentos requeridos dependiente de cada caso específico, pero suelen ser demandados algunos papeles como el certificado de nacimiento y el pasaporte actual. El Estado tendrá un plazo de 12 meses para pronunciarse sobre la solicitud. En caso de que no haya respuesta en ese lapso de tiempo, se entiende que ha sido denegada. No obstante, existe el derecho de apelación que puede reabrir los procesos, lo que podría alargar los trámites otros 3 meses.