Los datos económicos que podrían augurar el inicio de una recesión
Los precios de las materias primas no energéticas acumulan varios meses de descensos por una caída de la demanda mundial ante el temor a una recesión
La guerra entre Rusia y Ucrania prosigue tras cuatro meses de conflicto. Los precios se han disparado y el temor a una recesión aumenta ante el alza de la inflación en todo el planeta. Los bancos centrales ya se han puesto manos a la obra para contener el aumento de los precios a través de la subida de los tipos de interés y distintos economistas han avisado de lo que podría suceder en otoño.
El fin de la pandemia del coronavirus con la recuperación de la demanda y los problemas logísticos, así como el inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania son los dos factores principales que podrían explicar el aumento de los precios de las materias primas energéticas como el petróleo o el gas natural.
La demanda de materias primas no energéticas, clave en el futuro de la economía
Con una pandemia que parece controlada y una guerra estancada, uno de los indicadores más fiables para saber cuál será el devenir de la economía mundial son los precios de las materias primas no energéticas.
Estas materias llevan varios meses de bajada, y, aunque debería ser una buena noticia, la causa podría ser un bajón en la demanda por el miedo a una recesión. Según informa Cinco Días, en este 2022, la cotización del aluminio ha caído un 13%, la del cobre un 17% y la de las barras de acero un 18%. Además, Goldman Sachs revisó a la baja sus previsiones para el precio del hierro. Los precios también descienden en materias agrícolas como el azúcar, café, algodón o cacao.
Según indica El Confidencial, han bajado un 12% desde los máximos de abril. Esta bajada podría explicarse por una menor demanda mundial ante el miedo e incertidumbre a una recesión global.
Los fletes marítimos, también con descenso de precios
Según Freightos, plataforma y mercado de envío de transporte en línea, los fletes de contenedores entre China y Estados Unidos están un 13% por debajo en la costa este y un 14% en la costa oeste respecto a hace un año. Sí ha aumentado un 42% el precio de los fletes entre Estados Unidos y Europa, por la alta congestión en los puertos europeos.
Los dos índices de fletes de referencia, el Freightos Baltic Index y el Baltic Dry Index, también se han moderado tras los máximos de septiembre de 2021, cuando alcanzó máximos durante la política de COVID cero impulsada por China.