La UE, muy preocupada por una posible decisión de Putin
Rusia podría cerrar de forma definitiva el grifo del gas para Europa, lo que haría subir la inflación y reduciría el PIB de la Eurozona un 1,7%.
Durante la cumbre europea en Bruselas de este jueves, los principales puntos a tratar fueron las candidaturas de Ucrania y Moldavia para ser países candidatos a la Unión Europea (UE). No fue una sorpresa que ambos países consiguieran el estatus de candidatos, pues era una decisión que ya estaba acordada. Sin embargo, durante la cumbre, volvió a hablarse de la pesadilla europea, la energía.
Rusia es un gigante energético del que Europa depende. Eso es claro. Moscú ya ha suspendido el envío de gas a ciertos países, mientras que reduce el suministro a otros países europeos como Alemania y Austria, que han tenido que volver a quemar carbón para producir energía. Por ello, el mayor temor de Europa es el cierre total del grifo del gas ruso.
Según el Banco Central Europeo (BCE), si Rusia decide cancelar el envío de gas a toda Europa, la UE irá a la recesión en 2023, la inflación aumentará todavía más y el PIB de la Eurozona caería un 1,7%. Si esto ocurre, habrá que racionar, indica el BCE:
“Las disrupciones de los suministros energéticos y la escasa posibilidad de sustituir inmediatamente los de gas de Rusia probablemente requieran racionamiento y reasignación de recursos, con el resultado de un recorte de la producción en la Eurozona, en particular en sectores energéticamente intensivos”.
Nuevas fuentes energéticas
Ahora que Europa comienza a desprenderse del yugo energético ruso, debe buscar nuevas fuentes de energía. Por ejemplo, Argentina, país que tiene “gran potencial” para desarrollar diversas fuentes de energía y exportarlas, pero es necesario “un nivel elevado de inversión”, según explicó este jueves en Buenos Aires la directora de Energía de la Comisión Europea (UE), Cristina Lobillo, quien abogó por avanzar en la cooperación con otros países para reducir la dependencia europea de la energía rusa.
“Es verdad que Argentina tiene unas reservas de gas realmente impresionantes. Lo que hace falta es la infraestructura necesaria, un gasoducto y una planta de licuefacción. Lo que sería necesario aquí es inversiones lógicamente privadas, tanto argentinas como de socios internacionales, si ven la posibilidad de negocio”, señaló la representante europea en un encuentro con la prensa.
Lobillo indicó que la inflación “ha agravado aún más en la UE con la invasión de Ucrania (por parte de Rusia), que ante todo para nosotros es una tragedia humana como todas las guerras del mundo, pero que ha puesto de manifiesto la necesidad de hacernos independientes de los abastecimientos de gas, petróleo y carbón de Rusia”, sentenció. En ese sentido, Lobillo recordó que los líderes políticos europeos han adoptado un plan para “diversificar las fuentes de energía”, en concreto las que llegan de Rusia, acelerando la transición energética: “Tenemos que hacer el esfuerzo de ir por más renovables y por más eficiencia energética”, matizó.