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La razón por la que Alemania se puede quedar sin papel higiénico: qué pasará en España

La imposibilidad de repercutir en los precios al usuario todas las subidas de la energía, las materias primas y el transporte de los últimos meses.

papel higiénico

El aumento del precio del gas para producir y de la electricidad ha hecho que la compañía, Hakle, uno de los fabricantes más importantes de papel higiénico con sede en Düsseldorf, se declarara en bancarrota.

¿El motivo? La imposibilidad de repercutir en los precios al usuario todas las subidas de la energía, las materias primas y el transporte de los últimos meses.

¿Cuánto cuesta fabricar un rollo de papel higiénico?

Según cuenta FT, un rollo de papel higiénico de 2 metros de ancho que se fabrica en la planta alemana de Essity en Mainz-Kostheim, donde el río Meno se encuentra con el Rihn, utiliza 700 kilovatios-hora de gas natural, suficiente para calentar una casa familiar durante varias semanas. durante el invierno.

“Por lo que escuchamos, es probable que esta crisis sea más grave para las industrias manufactureras de lo que fue la COVID”, dijo Carsten Rolle, jefe de política energética y climática de la asociación empresarial BDI.

Precisamente la asociación declaró en su última reunión del mes de junio, “apoyamos plenamente las sanciones efectivas de los gobiernos del G7 para aumentar los costos en Rusia e insta a los gobiernos del G7 a utilizar políticas económicas dinámicas para impulsar la inversión empresarial, crear puestos de trabajo y ayudar a las empresas a estimular un crecimiento rico en empleo después y a pesar de la guerra. Exhortamos a nuestros líderes a actualizar las políticas emergentes sobre la transición verde y hacemos un llamado al G7 para trabajar hacia mercados abiertos y acuerdos comerciales ambiciosos para permitir una economía global resiliente”.

“El sustento de la industria es la energía, y si los costos de la energía no son sostenibles, las empresas y las personas ya no podrán permitírselo”, dijo Henrik Follmann, director ejecutivo de Follmann Chemie, la empresa química de su familia que suministra a los fabricantes de papel.

El miedo en las empresas es real. Precisamente este mes de septiembre el canciller Olaf Scholz anunció un paquete de ayuda de 65.000 millones de euros financiado por un impuesto extraordinario a los productores de electricidad para ayudar a suavizar el golpe.

El paquete incluye pagos únicos para ayudar a los hogares con las facturas de energía, así como una extensión del paquete de ayuda de 5.000 millones de euros para empresas con un uso intensivo de energía, presentado por primera vez en julio. En agosto, Scholz también anunció un recorte en el impuesto al valor agregado sobre las ventas de gas del 19 al 7%.

Los costes de la energía han aumentado hasta el punto que marcas como Essity creía que no tenía otra alternativa que aumentar el coste de productos como el papel higiénico Lotus, los pañales Libero y las toallas sanitarias Bodyform hasta en un 18%, por citas un ejemplo.

Gregor Geiger, el portavoz del sector de la papelera alemana avisa: “puede que no sea necesario producir envases de galletas de chocolate, pero será necesario producir papel higiénico”, en relación al momento en que las fábricas tengan que elegir qué productos llevar a la línea de producción.

Qué pasará en España

España no depende del gas ruso como Alemania. “Aquí las fábricas seguirán produciendo a ritmos normales, tal y como están haciendo ahora. Otra cosa distinta son los costes de producción. Venimos sufriendo subidas exponenciales y eso, lógicamente, se está reflejando en los precios. Estamos hablando de un tema de precios, que no es una cosa menor, pero no de disponibilidad”, afirma Carlos Reinoso, director general de la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (ASPAPEL) a Nius Diario.

“A diferencia de lo que vivimos con otros productos en los que no teníamos soberanía industrial, como las mascarillas, en esto tenemos capacidad para atender la producción y la demanda. El suministro de papel higiénico está asegurado”, finaliza Reinoso.

Prohibido coger madera del bosque

Con el invierno a la vuelta de la esquina son muchos los ciudadanos alemanes que acuden a los diferentes bosques a recolectar leña, especialmente cuando los precios del gas y la electricidad no paran de subir. Algo que puede parecer inocente, pero que está regulado.

Y es que “en la mayoría de los estados federales, está prohibido recolectar madera sin un permiso”, dice Michaela Rassat, abogada, donde los visitantes del bosque pueden tomar pequeñas cantidades de ramas que yacen en el suelo para su propio uso.

Y es que el problema del robo de madera se ha observado recientemente en la zona forestal más grande de Baden-Württemberg. “El robo de madera no es un delito baladí, sino un delito penal”. En el bosque estatal, los silvicultores han estado tras la pista de los ladrones de madera durante algún tiempo con transmisores de rastreo.