La nueva vida de Roman Abramovich tras dejar el Chelsea: los negocios del oligarca ruso
El expropietario del Chelsea FC escogió Turquía después de verse afectado por las sanciones a Rusia, la congelación de sus activos y la incautación de parte de sus bienes.
La vida de Roman Abramovich cambió en febrero de 2022, con el inicio de la invasión rusa de Ucrania. El expropietario del Chelsea, al igual que otros magnates y oligarcas rusos, se vio salpicado por las sanciones financieras impuestas a Rusia por Reino Unido y la Unión Europea.
Según las estimaciones del gobierno británico y las proyectadas por Bloomberg, el de Sarátov tenía una fortuna estimada en 4.100 millones de libras esterlinas (un tercio de su riqueza total), en torno a los 4.800 millones de euros, antes del inicio del conflicto bélico. Las sanciones provocaron que la inmensa mayoría de sus bienes inmuebles fueran incautados por las autoridades europeas, al igual que sucedió con la congelación de sus activos y sus negocios.
Abramovich dejó el Chelsea en mayo de 2022, después de llegar a un acuerdo con el consorcio estadounidense liderado por el magnate Todd Boehly, actual propietario del club de Stamford Bridge. En Londres, puso a la venta su mansión de 15 habitaciones en Kensington Palace Gardens, y el ático tríplex en un edificio Chelsea Waterfront de 37 pisos, incautado en marzo al igual que otra casa adosada de seis plantas en Eaton Square, que compró por 33 millones de euros.
En Francia, por ejemplo, fueron confiscados por las autoridades tanto el palacete “Chateau de la Cröe”, ubicado en la Riviera francesa, y el Cap d’Antibes. A esos, se le suman un inmueble en Portugal por valor de 10 millones de euros en la zona de Quinta do Lago, y una mansión en las Montañas Rocosas (Estados Unidos). También perdió su participación en el grupo siderúrgico Evraz, cuyas acciones se desplomaron en un 87%.
Por otra parte, su patrimonio cayó en un 40% en 2022. A finales del año pasado, según los datos del índice de riqueza de Bloomberg, Abramovich tenía un patrimonio cuyo valor era de 10.500 millones de euros. Pese a sus intentos por evadir las sanciones, entre ellos la obtención de la nacionalidad portuguesa en virtud de una ley que ofrecía la naturalización a los descendientes de judíos sefardíes expulsados de la península en el siglo XV, se vio obligado a llevarse sus yates hacia Estados exentos de sanción.
Turquía, país de destino y sede actual
El destino del magnate ruso no fue otro que Turquía, donde se llevó sus cuatro yates valorados en más de 1.000 millones de euros. Diferentes medios de comunicación otomanos vieron a Abramovich pasear en diferentes ocasiones por las calles de Estambul. Según recoge ‘La Razón’, en Turquía se especuló durante los últimos meses sobre un posible interés por adquirir un club de fútbol turco.
Sin embargo el vicepresidente del Goztepe de la Superliga turca, Talat Papatya, desmintió en una entrevista a AS todos los rumores acerca de las negociaciones con el que fuese propietario del Chelsea. “No hay ningún contacto con Roman Abramovich. Todo es mentira, los rumores de que hay una relación entre nuestro presidente y Goztepe. Abramovich no se acercó ni habló con nadie para hacerse cargo del club”, expresó. La última vez que Abamovich fue visto en Estambul era durante los últimos días de marzo.
En Inglaterra, según la investigación revelada por The Guardian y la Oficina de Periodismo de Investigación a través de los archivos de Oligarch, aseguraron que Abramovich estuvo financiando al Vitesse neerlandés en secreto. Desde el Vitesse aseguraron que la información en la que se basa el artículo del medio británico “nunca fue conocida por el club” y que “siempre ha cooperado plenamente con las investigaciones iniciadas por la KNVB”.