La inteligencia británica señala el problema de la fuerza aérea de Rusia
Según indica el último informe de Defensa, el Kremlin apenas moviliza sus aviones por las zonas que tiene controladas. No es probable una ofensiva aérea ampliada.
La guerra en Ucrania se acerca ya a su primer año. A finales de febrero del pasado 2022 Rusia lanzaba una ofensiva sobre Ucrania, en lo que llamaron una “operación militar especial”. Cerca de 365 días después, las tropas del Kremlin siguen presionando en diferentes puntos del este del país invadido. Una de las zonas es la de Lugansk, región del Donbás, donde desde hace años ambos países pugnan por hacerse con su control total.
Su gobernador, Serhiy Gaidai, ha advertido que “decenas de miles” de tropas rusas se apostan en la región, con el objetivo de tomar la provincia para el primer aniversario de la guerra. Este enclave es, junto con Crimea (anexionada por Rusia en 2014), la provincia con mayor porcentaje de territorio ocupado por el enemigo.
Pero, en sus esfuerzos por avanzar, el Ejército ruso está encontrando diversos problemas. El último, desvelado por el Ministerio de Defensa Británico, tiene que ver con su fuerza aérea. De acuerdo con uno de sus últimos informes diarios, Rusia sigue desplegando hoy en día “una cantidad similar de aviones en apoyo de la operación que desde hace muchos meses”.
Actividad diaria en la media
Según la inteligencia británica, las salidas de aviones rusos se incrementaron durante la última semana tras algunas semanas de una actividad más tranquila. “Ahora más o menos en línea con la tasa media diaria observada desde el verano de 2022″, precisan. Algo que, según añaden, hace que su potencia aérea “rinda significativamente por debajo de lo esperado”.
Las razones que explican esta debilidad por parte del poder militar ruso son dos, según señalan desde la Defensa de Reino Unido: primero, la alta y continuada amenaza de las defensas aéreas ucranianas, reforzadas por Occidente a través de diversos sistemas defensivos. Y, en segundo lugar, por la dispersión de las bases rusas ante la amenaza de ataques contra los aeródromos del Kremlin.
Sobrevuelo de zonas rusas
El gran problema para el avance de la fuerza aérea rusa es que sus aviones de combate, de forma casi exclusiva, vuelan sobre el territorio que ya está bajo control. De este modo “les impide desempeñar eficazmente su función clave de ataque”. Eso, pese a contar con, aproximadamente, “una flota prácticamente intacta de aproximadamente 1500 aviones militares tripulados”.
Desde el inicio de la invasión Rusia habría perdido algo más de 130 aviones de combate de las Fuerzas Aeroespaciales. Sin embargo, pese a contar con una importante fuerza aérea, no se considera probable una campaña ampliada. “En las circunstancias actuales del campo de batalla, es probable que sufra pérdidas de aviones insostenibles”, concluye.