La inteligencia británica señala el nuevo objetivo de Rusia
La línea de defensa rusa se desplaza hacia el sur de la frontera de la región de Lugansk para proteger la ciudad de Kremina.
Diez meses después del estallido del conflicto en Ucrania, la guerra se vuelve a acelerar. Todo apunta a que en un futuro inmediato podría ocurrir otra batalla clave para el curso de la guerra y para el avance de los ucranianos.
Esta situación es la que ha puesto en alerta al Ejército ruso, al que se le ha planteado un nuevo objetivo: proteger y defender la ciudad de Kremina, en la frontera de la región de Lugansk, para evitar quedar rodeados por los ucranianos y perder, poco a poco, parte de esta región que es la única que controlan casi en su totalidad.
El último parte informativo de la inteligencia británica sobre la guerra en Ucrania recoge el nuevo objetivo de Rusia. La razón de iniciar nuevas construcciones defensivas en la zona viene determinada por la presión ucraniana sobre esta ciudad para recuperar territorio, igual que hicieron con Járkov y Jersón.
Esta ciudad juega un papel importante en la guerra y es un punto clave para ambos bandos. Para Rusia para no permitir que las tropas ucranianas entren en la región de Luganks, anexionada a Rusia, de manera ilegal, en septiembre, y para Ucrania, conseguir un nuevo avance dentro de su país.
El Kremlin considera que, la “liberación de esta zona es un motivo justificado de guerra”, según recoge el Ministerio de Defensa de reino Unido en su último parte publicado en Twitter.
Rodeada por tres de los cuatro puntos cardinales
El Ejército ucraniano ha dado un paso más en su misión de recuperar los territorios ucranianos conquistados por Rusia desde que se inició la invasión el 24 de febrero de 2022 por orden del presidente ruso, Vladimir Putin.
Poco a poco y en silencio, como recuperó Járkov y Jersón, Ucrania ha conseguido rodear, casi al completo, la ciudad de Kremina, un área clave para los rusos que permite la entrada en la región de Luganks. Ahora, aunque las tropas rusas están construyendo fortificaciones de defensa en la ciudad, es cuestión de tiempo que abandonen la ciudad para no quedar cercados por los ucranianos.
En la ciudad ya han empezado los primeros saqueos y tiroteos, como se ha visto en otras contraofensivas. Solo queda esperar para saber si los rusos podrán aguantar y, de ser así, cuánto tiempo lo harían, o si emplearán a las tropas del Grupo Wagner, situadas en Artemivsk.
De producirse la toma de Kremina, los rusos quedarían con un frente abierto con el que no contaban.