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La explicación científica de la resaca
El alcohol inhibe la liberación de vasopresina, hormona producida por el cerebro que envía señales a los riñones para que retengan líquidos, lo que provoca una mayor frecuencia para orinar.
Llegan las fiestas navideñas y con ellas, las comidas y cenas copiosas junto con el consumo de alcohol. En estas fechas, los expertos recomiendan un consumo moderado de las bebidas alcohólicas con el objetivo de que nuestra salud no se vea perjudicada, así como su alternancia con el consumo de agua para reducir el riesgo de embriaguez.
Uno de los principales problemas del exceso de consumo de este tipo de bebidas es la resaca, que es el conjunto de síntomas como consecuencia de beber alcohol en cantidades elevadas. Entre todos los síntomas se encuentran los más característicos como es el caso del cansancio, debilidad, sed, dolor de cabeza, dolor muscular, náusea, dolor de estómago, vértigo, sensibilidad a la luz y al ruido, ansiedad, irritabilidad, sudor y presión arterial alta.
Sin embargo, todos estos síntomas varían en función de la persona. Todos ellos están provocados por una serie de factores como la deshidratación, interrupción del sueño, irritación gastrointestinal, inflamación y la exposición al acetaldehído. Suelen durar una media de 24 horas, y llegan a su punto álgido cuando la concentración de alcohol en la sangre es aproximadamente cero.
En cuanto a la explicación científica de la resaca, cabe recordar que el alcohol no es más que una sustancia que nuestro cuerpo debe de eliminar de forma rápida y que inhibe la liberación de vasopresina, hormona producida por el cerebro que envía señales a los riñones para que retengan líquidos. Unos niveles bajos de esta hormona son los que provocan una mayor frecuencia para orinar.
De hecho, la cosa no queda ahí ya que el alcohol aumenta la producción de ácido gástrico y secreciones del páncreas en el intestino. Cualquier alteración en el aparato digestivo puede causar síntomas como dolor abdominal, náuseas o vómitos. Asimismo, todo ello conduce a un descenso de los niveles de azúcar en sangre por lo que es probable que un consumo excesivo de alcohol produzca temblores e incluso convulsiones.
Coñac, vino tinto y ron, entre las bebidas que generan mayor resaca
Bebidas como el coñac, whisky, ron o vino tinto son algunas que son más prolíferas a generar la resaca, mientras que es más complicado tener la sensación de resaca en caso de consumir otras bebidas alcohólicas como el vodka, ginebra, vino blanco o la cerveza. Por otro lado, un estudio publicado en la NIH revela que actos como darse una ducha o beber una bebida alcohólica la mañana siguiente, no curarán la resaca.
La única manera de no padecer resaca es no consumir alcohol o, en su defecto, beber cantidades mínimas. No existe ninguna cura para la resaca, solo el tiempo. El consumo de medicamentos como el ibuprofeno o la aspirina tampoco ayudan a curar la resaca. Es más, su combinación con el alcohol puede llegar a ser tóxica para el hígado.