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El alcohol modifica la actividad cerebral: así actúa

Según un estudio publicado en ‘eNeuro’, el alcohol altera la actividad cerebral sincronizada en la amígdala de los ratones, lo que provocaría cambios en el comportamiento ansioso y temeroso.

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El alcohol modifica la actividad cerebral: así actúa

El alcohol modifica la actividad cerebral a medida que se produce un consumo elevado del mismo. Así lo refleja un estudio publicado en la revista ‘eNeuro’ y que se ha llevado a cabo con ratones. La investigación refleja cómo la actividad cerebral sincronizada en la amígdala de los roedores se ve alterada por su consumo.

Según explican los autores de la investigación, el consumo de alcohol tiene una alta comorbilidad con los trastornos del estado de ánimo, especialmente con la ansiedad y la depresión. La amígdala, una de las principales regiones del cerebro, está implicada en ambos trastornos por el consumo de alcohol. Las oscilaciones, que son los cambios producidos en la actividad cerebral, controlan la expresión conductual del miedo y la ansiedad.

Para llevar a cabo esta investigación, los expertos administraron alcohol a roedores. Un método que finalizó con diferentes resultados en el caso de los ratones machos y hembras. De hecho, en el segundo caso apenas se registraron cambios significativos en el estado oscilatorio de la amígdala, un caso completamente distinto al de los roedores machos.

Los investigadores sugieren que la exposición aguda y repetida al alcohol puede provocar un cambio de actividad en la amígdala, lo que supondría a su vez cambios de comportamientos de miedo y ansiedad. “Este es el primer estudio que demuestra que el alcohol es capaz de alterar los estados de red implicados tanto en la ansiedad como en los trastornos por consumo de alcohol. Los datos apuntan potencialmente a un nuevo mecanismo que media los efectos del alcohol en los estados afectivos”, defendieron los autores.

Entre la causa principal de estos cambios se encontrarían las propiedades ansiolíticas del alcohol, aunque los propios investigadores hicieron hincapié en esta conclusión. “Sin embargo, no está claro cómo el alcohol afecta los estados de la red que subyacen a la modulación de los estados de ansiedad”.

Los riesgos del consumo de alcohol a largo plazo

Según recoge en su web los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos, entre los riesgos del consumo de alcohol a largo plazo se encuentran algunos como hipertensión, enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares, enfermedad del hígado y problemas en el aparato digestivo. También se encuentran algunos tipos de cáncer, como el de mama, boca, garganta, laringe, esófago o hígado.

En el caso de España, según recoge el Ministerio de Sanidad en un informe, el consumo de alcohol está muy extendido también entre la población general de 15 a 64 años. Hasta un 93% de la población consumió alcohol alguna vez en su vida.