Iryo anuncia un importante cambio en su servicio en España
El operador ferroviario tiene el objetivo de triplicar el número de frecuencias en sus líneas antes del verano. Para ello, adquirirá nuevos vehículos.
Iryo, una de las nuevas compañías de alta velocidad que operan en España, redobla su apuesta en nuestro país. Tras arrancar su servicio comercial el pasado 25 de noviembre, ahora la operadora que controlar Trenitalia, Air Nostrum y Golbalvía pretende ampliar el número de trenes ofrecidos antes del próximo verano.
El objetivo, ambicioso, es contar con el triple de frecuencias diarias de las que posee en la actualidad. A día de hoy, cuenta con once trenes Frecciarossa 1.000, con los que opera en los corredores que enlazan Madrid con Barcelona y Levante. Con estos suma un total de 24 frecuencias diarias, por lo que pretenden incrementar dicha cifra hasta, aproximadamente, las 70.
Nuevas líneas en 2023
Para ello, antes, debe ampliar su flota con una veintena de nuevos vehículos que tiene encargados, y que irá poniendo en funcionamiento en los próximos meses. Una ampliación que permitirá, también, sumar a sus viajes una nueva línea hasta Sevilla desde el próximo 31 de marzo, según confirmaron fuentes de la compañía.
Pero no solo eso. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) autorizó a Iryo a operar servicios de alta velocidad entre Madrid y Cuenca, Madrid y Albacete, Albacete y Cuenca y Barcelona y Camp de Tarragona. Unas nuevas estaciones que irá incorporando a sus líneas según la disponibilidad de sus nuevos ferrocarriles.
Segunda fase: expansión al norte
Si se cumplen sus planes previstos, el año 2026 será importante para la compañía ferroviaria, pues para entonces está pensado el lanzamiento de la segunda fase en nuestro país. En ella, el objetivo no es otro que dotar a sus servicios de conexiones con la zona norte, con paradas en Galicia y País Vasco. Así lo confirmaba el director general, Víctor Bañares, en una comparecencia en el Congreso de los Diputados.
El principal problema radica en la búsqueda de los trenes adecuados, pues en España encontramos dos anchos de vía diferentes: el estándar a nivel internacional y el ancho ibérico. En gran parte de la zona norte habrá tramos en los que será necesario el ancho ibérico, por lo que la compañía tendría que invertir unos 250-350 millones de euros adicionales. Y es que sus actuales trenes, los Frecciarossa, solo pueden circular por el ancho estándar.
En este tipo de situaciones, lo que se hace es recurrir a trenes de ancho variable, como el Avril de Talgo que Renfe podrá en funcionamiento próximamente en el corredor gallego. El País Vasco, como decíamos, es otro de los objetivos, si bien la línea todavía no está terminada. Pese a ello, ha despertado interés tanto entre los tres operadores con capacidad asignada (Renfe y Ouigo, además de Iryo), como entre los que se quedaron fuera en la primera fase de la liberalización ferroviaria.