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Habla por primera vez en 30 años el testigo que vio bajar a Anglés en Dublín

Los primeros pasos de la investigación de Margaret Moran tuvieron lugar en Ringsend. “Fui allí a mostrar una fotografía de Antonio Anglés. 30 años después, a lo mejor, alguien lo podía reconocer”, explicó en La Sexta.

Antonio Anglés

“Mi nombre es Margaret Moran, vivo en Dublín (Irlanda) y estoy jubilada de un puesto de relaciones públicas. No me gusta estar sin hacer nada, así que cuando el periodista español contactó conmigo, me pareció algo nuevo”. Esta era la forma en que se presentó la investigadora que ha conseguido encontrar al único testigo que asevera que vio bajar del barco City of Plymoutha Antonio Anglés al inicio del segundo episodio de Anglés: Historia de una fuga’.

“Nunca me hubiera imaginado que iba a llegar tan lejos”, reconoció ante las cámaras tal y como adelanta La Sexta. La jueza instructora del ‘caso Alcàsser’ ya había ordenado en 2021 a la Policía que buscara a un supuesto empleado de una agencia de transportes, sospechoso por hablar telefónicamente con Antonio Anglés en marzo de 1993, según dos marineros.

Fuga rodeada de conspiraciones

En este momento, el fugitivo huía de la Justicia a bordo del barco ‘City of Plymouth’, con rumbo a Irlanda. Una fuga rodeada de conspiraciones, hipótesis, dudas y teorías que comenzó el 24 de marzo de 1993, la misma noche en la que fueron descubiertos los cuerpos de Miriam, Toñi y Desireé, y que a día de hoy nadie sabe responder.

La existencia de esa llamada está registrada desde el instante en que dos marineros declararon a la Policía Nacional española que Anglés había recibido una llamada mientras estaba a bordo de un periodista de una radio de Lisboa, el cual probablemente afirmó pertenecer a una agencia de transporte cuando llamó al barco para lograr que le pusieran al teléfono al presunto asesino de las niñas.

Conocimiento del caso de la prensa local

La prensa local tuvo conocimiento de la presencia del “matador español” incluso antes que la Guardia Civil, debido a que el toxicómano que le dio cobijo y le prestó ayuda para subirse al barco como polizón a cambio de dinero, Carlos Joaquim Carvalho Gonzales, acudió a la policía portuguesa en cuanto Anglés se subió al buque para evitar ser detenido, puesto que argumentó que desconocía de quién se trataba.

Posteriormente, este confesaría que lo había reconocido el día anterior, cuando ambos veían juntos la televisión y salió su cara como el hombre buscado en España por el asesinato de las tres niñas de Alcàsser. En este momento, la policía de Lisboa aseguró que no habían podido arrestarle aunque lo hubiesen visto porque no había ninguna orden internacional contra él, algo que era incierto debido a que el Juzgado de Alzira le había emitido el 12 de marzo, menos de una semana antes de su embarque en el ‘City of Plymouth’.

Ringsend, los primeros pasos de la investigación de Margaret Moran

Por si esto fuera poco, la titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Alzira ordenó también la suma a la causa judicial de una fotografía revelada por la Policía a un marinero del citado barco mercante y el interrogatorio como testigo de este marinero y el de otros dos miembros de la tripulación, igualmente en calidad de testigos.

Los primeros pasos de la investigación de Margaret Moran tuvieron lugar en Ringsend, un suburbio cerca del puerto de Dublín. “Fui allí a mostrar una fotografía de Antonio Anglés. 30 años después, a lo mejor, alguien lo podía reconocer”, explicó. Después de preguntar a varios vecinos del barrio sin recibir respuestas, Moran se encontró casualmente con el padre Iván, el cual le aseveró que iba a preguntar a los marineros de la zona.

“Ni siquiera me había dado cuenta de que era cura”, confesó en un tono jocoso. Es por ello que Moran continuó con sus investigaciones y cuestionando absolutamente todo a los vecinos del barrio, solicitando su ayuda y colaboración. “Parecía una misión imposible. No había forma de confirmar que Anglés había estado en esos sitios”, y así se lo hizo saber a través de videollamada a los periodistas que comenzaron esta ardua labor de investigación, Jorge Saucedo y Genar Martí.

El trabajo dio sus frutos

Su persistencia le llevó hasta el director del Irish National Trust, Jimmy Murray, quién le aseguró que “no era inusual” llevar un polizón a bordo. Por todo ello, este dio a entender que alguien debió informar a Antonio Anglés sobre cuándo salía el barco, el mejor momento para subirse y bajarse y la mejor ubicación para hacerlo.

Por último, el padre Iván le dio la noticia a la investigadora, interrumpiendo su entrevista con Murray. “¿En serio? ¿Y sigue vivo?, preguntó ella con gestos de sorpresa. “Sí, lo he visto esta semana”, afirmó. Acto seguido, volvió Moran a comunicarse con Saucedo y Martí, que manifestó un contundente mensaje: “Me acaban de dar el nombre y el número de teléfono del hombre que puede probar algo realmente importante en este caso. Creo que tiene información relevante. Creo que va a ser un gran avance”.