España quiere crecer en tamaño
Nuestro país lucha ante la ONU por “anexionarse” los casi 500.000 kilómetros cuadrados de la plataforma continental sumergida en el océano que considera que le pertenecen.
España es un país soberano, miembro de la Unión Europea, constituido en un Estado social y democrático de derecho y cuya forma de gobierno es la monarquía parlamentaria. Ante la ONU, este país defiende que la superficie del país es casi el doble de la que consta actualmente si a su territorio emergido se añaden los 500.000 kilómetros cuadrados de la plataforma continental sumergida en el océano que considera que le pertenecen.
Su territorio, con capital en Madrid, está organizado en 17 comunidades autónomas, formadas a su vez por 50 provincias; y dos ciudades autónomas. La “batalla” por esta “anexión” mencionada anteriormente surge después de años de expediciones y estudios por parte, entre otros, de expertos del Instituto Hidrográfico de la Marina.
Tres solicitudes de ampliación de extensión
Está integrado en la Fuerza de Acción Marítima de la Flota de la Armada Española y cuenta con una sede en Cádiz. También, de técnicos del Instituto Español de la Oceanografía y del Instituto Geológico y Minero de España, debido a que en esta “conquista” de territorio la única “artillería” que se precisa es la científica.
Sin embargo, España no es el único país que se ha lanzado a reclamar su plataforma continental sumergida, puesto que Naciones Unidas tiene sobre la mesa más de 50 solicitudes de diversos países en la actualidad. Durante estos años España ha presentado tres solicitudes de ampliación de extensión.
Explicación
Una de ellas, denominada FISU, es una superficie de 79.000 kilómetros cuadrados, que está aprobada desde 2009 y que debe ser repartida entre los cuatro países que la comparten: España, Irlanda, Francia y Reino Unido. En 2009 España también presentó la propuesta para anexionarse entre 45.000 y 50.000 kilómetros cuadrados en la zona al norte de Galicia (noroeste).
De esta superficie, Naciones Unidas ha preaprobado unos 20.000 kilómetros aproximadamente, incluido el monte de Finisterre. No obstante, los expertos del Instituto Hidrográfico de la Marina consideran que han reunido suficientes datos para acreditar la ampliación hasta los 45.000 o 50.000 kilómetros cuadrados.
500.000 kilómetros cuadrados
El próximo mes de febrero, el equipo viajará a la sede en Nueva York de Naciones Unidas para defender esta plataforma continental, por lo que “dentro de uno o dos años lo podríamos tener aprobado”. En estudio, también se encuentra la tercera solicitud de España, unos 296.000 kilómetros cuadrados de plataforma continental sumergida que se extiende al oeste de Canarias y cuya reclamación se formalizó en 2014.
En definitiva, las tres solicitudes equivaldrían casi a 500.000 kilómetros cuadrados, casi la misma superficie que España tiene emergida. “Hoy en día es prácticamente imposible explotar nada a esas profundidades”, explica el capitán. Se trata de un talud a entre 3.000 y 5.000 metros de profundidad, en los que se sospecha que en el área de Galicia podría haber gas. También podría haber yacimientos de manganeso o telurio u otros recursos.
Cabe recordar que estos procesos se iniciaron en los años 80 a raíz de que la Convención de Naciones Unidas sobre Derechos del Mar incluyera en su artículo 76 que los países ribereños tenían derecho a reclamar una ampliación de las 200 millas náuticas que históricamente les corresponden desde su línea de costa como Zona Económica Exclusiva.