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El secreto de los japoneses para reducir la hipertensión

Los baños nocturnos en aguas termales se ha convertido en una actividad recurrente en el país asiático para combatir la hipertensión en mayores de 65 años.

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Foto. Pixabay

La tensión arterial constituye uno de los principales signos vitales, de modo que es esencial para que la sangre pueda circular por los vasos sanguíneos y pueda cumplir su función de llevar a todos los tejidos del organismo el oxígeno. Sus niveles normales se encuentran entre 90/60 y 130/90 mm de mercurio.

Aquellos niveles que se encuentren por encima de lo establecido se considera hipertensión, uno de los principales factores de riesgo en las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares. En ese instante, se superan los 140/90 mm de mercurio, por lo que tiene lugar un aumento de la tensión arterial a causa del endurecimiento de las paredes arteriales. Hacer ejercicio, una alimentación saludable y reducir el consumo de tabaco y/o alcohol, entre otros, reducen de forma considerable el riesgo de padecer este problema.

Unos métodos a los que se sumaría darse un baño en aguas termales como método para combatir la prevalencia de la hipertensión. Es la conclusión a la que ha llegado un estudio realizado por científicos del Hospital Beppu de la Universidad de Kyushu en Japón, que han relacionado el hecho de bañarse en lo que ellos denominan onsen con una disminución de la tensión arterial. En el país nipón hay más de 27.000 fuentes de salud, de las cuales 3.085 son lugares de aguas termales.

Japón está considerado de esta manera como una de las capitales mundiales del termalismo, al tener casi un 50% de sus fuentes brotando agua a más de 40ºC. Además, el archipiélago destaca por ser líder en la investigación científica sobre los beneficios que trae consigo esta práctica. Una vez que entramos en estas aguas, sus minerales entran en contacto con nuestra piel, abriendo nuestros poros y permitiéndole a esta que absorba todas sus propiedades.

Entre otros beneficios permite la aceleración del metabolismo, liberan la tensión y ayudan a relajarse, ayudan incluso a personas con problemas de piel como dermatitis, psoriasis e incluso algunos tipos de alergia. Todo ello se consigue siempre y cuando no se permanezca por un tiempo excesivo en el agua. De padecer hipertensión o hipotensión, se debe consultar con el médico o especialista para que apruebe el uso de este tipo de aguas.

Sobre el estudio mencionado el profesor de Medicina Interna en el Hospital Beppu y primer autor del estudio, Satoshi Yamasaki, expuso que las aguas termalesson parte de la vida diaria de todos”, especialmente de los ancianos. “Existen instalaciones en todas partes e incluso puedes conectarlos a los servicios públicos de tu hogar”, mencionó al respecto.

Estudio realizado con el análisis de datos de 11.000 personas

Para el estudio, se analizaron los datos extraídos del historial médico de 11.000 participantes, así como el tipo de onsen al que acudían. Más de un tercio de las personas eran mayores de 65 años. Así explicó Yamasaki la intención que tenía en esta investigación.

“Quería averiguar si los baños a largo plazo tenían algún efecto preventivo sobre la hipertensión porque investigaciones anteriores habían demostrado que la terapia termal tradicional y los baños termales, son efectivos contra diversas enfermedades, incluida la hipertensión”. Además, indicó que la presión alta supone “la principal causa de visitas al hospital en Japón y del uso de medicamentos a largo plazo”.

Japón, país con mayor esperanza de vida

Japón también destaca por ser el país con la media de esperanza de vida más alta. Según los datos ofrecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuenta con una media de 84,4 años. Suiza, uno de los países más ricos del mundo, ocupa la segunda posición con una cifra que alcanza los 83,8 años gracias a la evolución de un sistema sanitario que combina lo público y lo privado. Singapur cierra el podio con una media de 83,6 años. España es cuarta con 83,6 años.