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El pueblo de Cáceres que fue abandonado por error
Completamente deshabitada, esta antigua villa amurallada de origen feudal fue desalojada en 1955 por la construcción del embalse de Gabriel y Galán.
Fundado por los musulmanes en el siglo IX en plena expansión del califato como punto estratégico en la antigua Vía de La Plata, la antigua villa de Granadilla (Cáceres) fue desalojada en el año 1955. Hasta ese año, la villa amurallada contaba con una población de 1200 habitantes y 300 hogares, según datos del INE.
La razón por la que se ordenó el abandono completo del pueblo, se debió a la transformación en zona inundable con la construcción del embalse de Gabriel y Galán. Sin embargo, a lo largo de los años se ha comprobado que su desalojo fue un error, ya que en ningún momento el pueblo ha llegado a estar inundado, ni siquiera con el mencionado embalse repleto de agua. De hecho, la villa continúa con la misma denominación que hace 67 años.
De hecho, no fue hasta finales de la década de 1960 cuando el pueblo quedó deshabitado por completo. En 1965, el gobierno de Franco disolvió formalmente el municipio, repartiéndose su territorio entre los municipios limítrofes de Mohedas y Zarza de Granadilla, municipio éste último del que forma parte, ubicado al norte de la provincia de Cáceres.
Sus señas de identidad son su muralla, y el castillo que se ubica a la entrada del pueblo. Desde la parte de arriba del mismo, se puede observar el recorrido completo de la muralla. La construcción de este fue realizada por Juan Carrera y Tomás Bretón, y ordenada por el García Álvarez de Toledo y Carrillo de Toledo, duque de Alba entre 1473 y 1478. Su estructura consta de un cuerpo prismático central y cuatro cuerpos semicilíndricos a los costados.
Junto al castillo y la muralla, destacan también la Iglesia parroquial de la Asunción construida en el siglo XV, y la denominada ‘Casa de las Conchas’, que fue la más grande de toda la villa, y de la que sólo queda la fachada a día de hoy. ‘National Geographic’ recoge el testimonio de algunos de los vecinos de esta villa que, actualmente, está deshabitada. “Mi lucha en la asociación es devolver Granadilla a sus hijos, porque fue una injusticia la que se cometió”, aseguró a este medio Eugenio Jiménez, jubilado de 74 años.
Incluida en el Programa de Recuperación de Pueblos Abandonados
En el año 1980, la villa fue declarada Conjunto histórico-artístico y en 1984, fue incluida en el Programa de Recuperación de Pueblos Abandonados, lanzado por diferentes ministerios con el objetivo de acercar la vida rural a los jóvenes que siempre han vivido en un entorno urbano.
Además de mejorar los contenidos curriculares adquiridos en los procesos de enseñanza y aprendizaje de sus centros, se contempla el trabajo en ámbitos como medioambiente, salud, respeto y convivencia, recuperación cultural y física, incidiendo de forma especial en la educación ambiental y el reconocimiento del importante papel que juega el medio ambiente en la vida de las personas. Junto con Granadilla, se encuentran en la misma situación los municipios de Búbal (Huesca) y Umbralejo (Guadalajara).