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El economista Niño Becerra revela la ‘táctica Mercadona’ para recuperar poder adquisitivo

El experto señala que las empresas que puedan permitirse subir el sueldo a los trabajadores son las únicas que deberían hacerlo.

El economista Santiago Niño-Becerra
UMA

Alimentar la espiral de la inflación aumentando los salarios de los trabajadores es uno de los principales miedos que tienen los organismos y empresas, ahora que la vida se ha encarecido, en especial por el coste de la energía. Pero, según un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), subir los salarios no alimentaría la inflación, lo que podría mejorar el nivel adquisitivo de los trabajadores.

Sin embargo, el economista Santiago Niño Becerra, conocido por haber vaticinado la crisis del 2008, cree que el FMI ha hecho una “aseveración a nivel conceptual”, pues “se apoya en estudios previos realizados en EEUU” y no tiene en cuenta la baja productividad de España.

“Es verdad que aumentar los salarios en línea con las necesidades y las circunstancias no repercuten en la inflación, es verdad, pero decir que es aplicable en España de forma generalizada no estoy de acuerdo”, ha explicado el economista este miércoles en Cadena Ser. A sus ojos, lo que hay que aplicar en nuestro país es la táctica de Mercadona.

“Su presidente Juan Roig ha dicho que quiere mantener el poder adquisitivo de sus empleados”, explica el experto, que asegura que, si aplica ese criterio, es porque “pueden hacerlo”. En otras palabras, subir o no el salario de los trabajadores debe estar vinculado con el estado de las empresas. Es decir, que aumente el sueldo de sus empleados solo si tiene el suficiente capital para hacerlo.

“La inflación no golpea igual a ricos y a pobres”

Y es que, según Niño Becerra, “la inflación no golpea igual a ricos y a pobres”. “Las ayudas no tendrían que estar concedidas de forma generalizada, deben tener nombres, apellidos y código postal”, indica el economista, que pone un ejemplo: “El impacto del IPC en la inflación es más elevado sobre la alimentación que sobre los Ferrari”. En otras palabras, las ayudas y el aumento del sueldo debería estar destinado solo a quienes realmente lo necesitan, y no debería aplicarse de forma generalizada.

Otro ejemplo: “La necesidad de electricidad de una persona que debe alimentar un respirador de quien ve un video o una representación en una pantalla de un cine, no es lo misma”. Además, el economista, que criticó la rebaja de 20 céntimos en el combustible, asegura que el Gobierno ha reconocido (aunque con otras palabras) que fue un error. “Se benefició el autónomo que se dedica a la representación comercial en pueblos de Soria y quien se pasea con un Maserati y que no produce nada mientras”, concluye.