EEUU muestra su “gran temor” con una medida de Rusia
La reducción del suministro de gas ruso a Europa a través del Nord Stream puede influir en los precios de la energía de Estados Unidos.
Europa depende en gran parte del gas ruso. El año pasado, el 40% de las importaciones de gas del viejo continente vinieron de Moscú. Que Rusia recorte el suministro a Europa es toda una amenaza para los aliados. Que cierre el grifo de forma definitiva, un varapalo para el que la Unión Europea (UE) todavía no está preparada.
Este lunes Gazprom anunció que reducirá el suministro del Nord Stream hacia Alemania al 20% de su capacidad. Como unos países europeos dependen más que otros del gas ruso, Washington teme que las fuerzas europeas empiecen a dividirse. “Era nuestro mayor temor”, ha admitido el coordinador presidencial estadounidense de energía global, Amos Hochstein.
Además de una división en Europa, la reducción del suministro del gas ruso puede provocar un crecimiento exponencial en el precio del gas natural y de la electricidad en Estados Unidos, según Hochstein. La respuesta europea ha llegado este martes con un plan energético que muestra la unidad del viejo continente.
La UE ha presentado este martes un plan que pretende reducir un 15 % la demanda de gas pero que contempla derogaciones para responder a la situación de cada país, como pedían España y otras naciones. Los ministros de Energía de la UE han conseguido cerrar el acuerdo político, adaptado a las peticiones de los Estados miembros, después de una fría acogida inicial de la mayoría de delegaciones.
Estados Unidos cree que el acuerdo del 15% no es suficiente
Pero Washington no celebra el acuerdo. Algunos funcionarios citados por la CNN aseguran que el recorte del 15% no será suficiente para compensar la escasez de gas a la que se enfrentará Europa este invierno. Por ello, ha pedido a Alemania que abandone sus intenciones de eliminar la energía nuclear para fines de 2022 y valorar la utilidad de las tres plantas de energía nuclear que le quedan en un contexto de crisis energética.
“La coerción energética de Rusia ha ejercido presión sobre los mercados energéticos, elevado los precios para los consumidores y amenazado la seguridad energética global. Estas acciones solo subrayan la importancia del trabajo que están haciendo los Estados Unidos y la Comisión Europea para poner fin a nuestra dependencia de la energía rusa”, ha señalado un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional citado por la CNN.
“Continuaremos trabajando con nuestros socios europeos para reducir la dependencia de la energía rusa y apoyar sus esfuerzos para prepararse para una mayor desestabilización rusa de los mercados energéticos”, ha explicado.