Dura crítica del ‘Financial Times’ a España
La publicación británica pone de relieve el fuerte incremento de las temperaturas y que esto no sea la principal preocupación del país.
El prestigioso periódico británico Financial Times ha dedicado un duro artículo sobre España en la última semana. Bajo el nombre de ‘Dentro de 50 años, ¿alguien seguirá viviendo en el centro de España?’, el periodista Simon Kuper analiza su año vivido en la capital española durante su corresponsalía para el medio, antes de poner rumbo a París. Tras viajar por cada rincón, considera que es “el país más habitable del mundo”.
Sin embargo, asegura que lo es más para “los extranjeros privilegiados que para el español medio”. Y entonces llega su primera preocupación: el cambio climático, que “podría ser especialmente devastador aquí”. Este hecho, sin embargo, no hace que sea la principal preocupación, algo de lo que se extraña Kuper. “Se podría pensar que el clima es la principal prioridad de un país cálido y seco, pero en realidad los españoles pasan más tiempo discutiendo sobre la unidad nacional”.
Señala al referéndum de la independencia de Cataluña de 2017 como “el gran trauma” moderno de España. Como resultado de ello, explica, se puede conocer el carácter político de un barrio únicamente paseando por las calles. “Banderas nacionales en los barrios burgueses de Madrid, varias versiones de banderas catalanas en Barcelona, y en otros lugares, cada vez más, banderas de otras regiones”.
Las dos Españas
Un punto a favor, según explica, son los “logros” conseguidos “a pesar de la corrupción”, con una democracia consolidada y la victoria frente al terrorismo. Considera positivas también las infraestructuras públicas, la esperanza de vida y la tasa de desempleo en comparación con épocas anteriores. Sobre Madrid y Barcelona, considera por encima a la primera pese a calificarla “una especie de paraíso fiscal”, con un distrito de negocios “casi al estilo chino”.
El corresponsal apunta también a otro problema de España: el de los pueblos casi deshabitados. “El Gobierno parece haber decidido discretamente que la despoblación del interior es imparable”, explica. Pero ve un rayo de esperanza en la energía solar y la eólica, que puede suponer “la mayor oportunidad para las energías renovables de Europa”. A ello pueden ayudar los 140.000 millones que España recibirá de los fondos de recuperación de la Unión Europea.
Con ellos se buscaría alquilar terrenos en “pueblos moribundos” a las empresas renovables, pero Kuper argumenta que en la mayoría de casos los vecinos están en contra de esta decisión y prefieren “industrias en las que ellos mismos podrían involucrarse”. Y concluye asegurando que “la crisis que se avecina en España es el cambio climático”. Como ejemplos pone el polvo sahariano de primavera, la grave sequía y las repetidas olas de calor. “40°C no es habitable, y sospecho que el turismo se desplazará gradualmente de la sobredimensionada costa sur de España al fresco norte, cuando el calor del verano pase de ser una atracción a una amenaza”.