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Dimite la primera ministra británica Liz Truss tras un mes y medio en el cargo

Las fuertes presiones internar del Partido Conservador ha provocado la renuncia de Truss, cuyo sucesor será escogido por el propio partido en una semana.

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LONDON, ENGLAND - OCTOBER 20: Prime Minister Liz Truss delivers her resignation speech at Downing Street on October 20, 2022 in London, England. Liz Truss has been the UK Prime Minister for just 44 days and has had a tumultuous time in office. Her mini-budget saw the GBP fall to its lowest-ever level against the dollar, increasing mortgage interest rates and deepening the cost-of-living crisis. She responded by sacking her Chancellor Kwasi Kwarteng, whose replacement announced a near total reversal of the previous policies. Yesterday saw the departure of Home Secretary Suella Braverman and a chaotic vote in the House of Commons chamber. (Photo by Rob Pinney/Getty Images)
Rob PinneyGetty

La primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, ha anunciado este jueves su renuncia tras 44 días como líder del país por las fuertes tensiones dentro del Partido Conservador. Truss ha comparecido a las 14:30 hora peninsular para anunciar lo que muchos esperaban y otros tantos deseaban: “No puedo cumplir el mandato para el que me eligieron. He anunciado al rey mi decisión de dimitir”.

El polémico plan fiscal que Truss impulsó nada más hacerse con el cargo hundió la libra a niveles históricos y puso en jaque, todavía más, a la economía británica. El resultado: más de una docena de ‘tories’ dimitieron durante las últimas semanas asegurando que no confiaban en ella. También se expulsó al hasta hace nada ministro de Economía, Kwasi Kwarteng, y la ministra de Interior Suella Braverman renunció a su cargo hace unos días. Otro resultado: Truss se convierte en la jefa de Gobierno con un mandato más breve en la historia de Reino Unido.

Truss seguirá siendo primera ministra durante una semana, el tiempo acordado por el Partido Conservador para buscar un sustituto. Entre los principales candidatos destacan Rishi Sunak, exministro también Economía y anterior candidato a primer ministro (se disputó con Truss la sustitución de Boris Johnson), Penny Mordaunt, líder de la Cámara de los Comunes, y Ben Wallace, ministro de Defensa Británico. Jeremy Hunt, actual ministro de Economía, figuraba entre los principales candidatos, pero ya ha descartado postularse como sucesor de Truss.

Elegida por la militancia, expulsada por sus amigos

“Lo más probable es que haya un acuerdo entre los cuatro para repartirse las grandes carteras”, explica a DIARIO AS Guillermo Íñiguez, experto en política internacional. “Por ejemplo, Jeremy Hunt de Canciller, Sunak de primer ministro y Mourdant ministra de Exteriores. Algo así”, ha explicado antes de conocer la decisión de Hunt.

Entre sus logros, Truss ha conseguido ser la primera ministra con el mandato más breve y haber puesto en su contra a la mayoría de sus diputados. La todavía primera ministra no fue elegida por su grupo parlamentario, sino por la militancia del partido para suplir a Johnson. “Hasta hace unos años, en el Partido Conservador y también en el Laborista el primer ministro era elegido por el grupo parlamentario. Eso tenía sus ventajas, porque no hay quien te conozca mejor y que sepa mejor tus cualidades que los que trabajan contigo”, explica Íñiguez.

Los que mejor la conocen y los que más saben de sus cualidades han presionado hasta lapidar a Truss, la última líder británica nombrada por Isabel II. Dio marcha atrás en su histórica rebaja de impuestos, despidió a su amigo y aliado Kwarteng, pidió perdón a sus diputados y al electorado británico. Nada de eso ha sido suficiente para quien ya tenía sus días contados como primera ministra.

“Era predecible que Liz Truss fuera mala primera ministra. Lo que no era predecible es que fuera tan torpe. Presentar unas medidas deprisa y corriendo por pura obsesión ideológica y sin pensar que podía salir mal”, explica Íñiguez. “Liz Truss procede de un ala del partido muy derechista [...] Quizás han llegado a un punto en el que ponían el criterio ideológico por encima de la realidad económica. La realidad económica es muy tozuda, y los mercados, para bien o para mal, también son muy tozudos”. Tan pronto como Truss anunció su plan fiscal, la libra esterlina se desplomó a niveles no vistos desde 1985.