¿Cómo son las colonias penales rusas: qué espera a Brittney Griner?
La deportista ya ha entrado en uno de estos centros, en los que los presos duermen en barracones y son obligados a trabajar forzosamente.
La jugadora de baloncesto estadounidense Brittney Griner ha sido trasladada a una colonia penal rusa, localizada en una región al sureste de Moscú. Allí deberá cumplir, por el momento, los nueve años de condena que la justicia moscovita le ha impuesto por posesión ilegal de drogas, dado que todavía se desconoce si el Kremlin y Washington llegarán a un acuerdo por el que pacten el intercambio de presos.
El traslado comenzó el pasado 4 de noviembre y no lo conocieron sus abogados hasta la semana siguiente. Asimismo, no ha sido hasta el miércoles 16 de noviembre que el Departamento de Estado de EEUU no ha confirmado lo sucedido con Griner. Hasta hace poco, ni siquiera conocían su destino, dado que este tipo de comunicaciones el sistema ruso las notifica por correo. Ahora, se sabe que está en la Colonia Penal Femenina IK-2 en Yavas, unos 500 km al sureste de Moscú, de acuerdo a la agencia de noticias Reuters.
¿Cómo es una colonia penal rusa?
Las coloniales penales rusas no son como las cárceles occidentales. En vez de en celdas, los presos duermen en barracones de ladrillo o de madera. Asimismo, están obligados a trabajar durante largas jornadas. De unas 12 a 16 horas, según ha explicado a la BBC una de las integrantes de la ONG “Rusia tras las rejas”, Olga Podoplelova.
Les obligan a realizar tareas de tipo manual. Las mujeres se dedican labores como la costura —de uniformes para los cuerpos de seguridad rusos— y los hombres son forzados a trabajos más físicos. Una labor por la que, independientemente del género “solo reciben una paga de varios cientos de rublos al mes”, ha apuntado Podoplelova, y que deben desempeñar en instalaciones que, por norma general, están mal equipados.
Este sistema penitenciario nació en la época de los zares rusos y terminó de desarrollarse en los campos de trabajo de los gulags soviéticos. Las personas que ya han pasado por ellos, así como algunos grupos de defensa de los Derechos Humanos, han defendido que las condiciones son “duras” y “antihigiénicas”, según recoge Reuters.
La colonia de Yavas es una de las que peor fama tienen. Y ese es el destino de la baloncestista, que tiene en la barrera del idioma un inconveniente más. Puesto que no habla ruso y no disponen de ningún régimen de estas características para extranjeros.
La condena de Griner
La baloncestista fue detenida el pasado mes de febrero, días antes del comienzo de la guerra, en un aeropuerto cerca de Moscú por posesión de drogas, dado que llevaba un líquido con aceite de hachís en cartuchos para vapeo. Ahora se enfrenta a nueve años de prisión en una de estas colonias.
Durante los últimos meses, Estados Unidos ha tratado de negociar con Rusia un intercambio de presos, por el que Washington se ofrece a entregar a Víktor But, actualmente recluido, por abastecer de armamento a varios grupos terroristas. Sin embargo, no han alcanzado un acuerdo.