Cogerse vacaciones para robar casas en Madrid: así son los nuevos ladrones
En los primeros seis meses de 2022 se han registrado 4.371 robos en las casas de la Comunidad de Madrid, donde se concentran los sistemas de seguridad: tiene el 25% de las alarmas de España.
El verano es una época señalada en el calendario de los ladrones de casas. Muchos propietarios aprovechan las vacaciones para viajar o trasladarse a segundas residencias donde pasan los meses más calurosos. Es entonces cuando los delincuentes sacan partido de la ausencia de los dueños y entran en las casas, por lo que cabe esperar que este tipo de robos se multipliquen en ciudades que se vacían en verano. Madrid es el gran ejemplo.
Según datos del Ministerio del Interior, en los primeros seis meses de este año se han registrado 4.371 robos en la Comunidad de Madrid. En 2019, antes de la pandemia, se notificaron 5.441 durante el mismo período. Queda por ver cómo han evolucionado los robos a las casas madrileñas durante los meses de julio, agosto y septiembre. La Comunidad es el gran ejemplo: una de cada cuatro alarmas de casas en España se encuentra en Madrid, según un estudio de Informa.
El inspector Aparicio, director del grupo de la Policía Nacional que investiga a las mafias que entran a robar en las casas de Madrid, explica en un reportaje de El País uno de los nuevos perfiles de delincuente: dejan sus trabajos en sus países de origen y se unen a estas bandas en verano para ganar algo más de dinero.
Los policías que han ido deteniendo a los cabecillas de las bandas les preguntaron quiénes son los nuevos reclutas que se unen a ellos, especialmente en verano. “Nos contaron que muchos son gente que en sus países tiene un trabajo normal pero con salarios bajos y decide unirse a estas bandas para dar unos cuantos golpes y sacar como una paga extra de verano”, señala el inspector Aparicio. “Los vemos sobre todo en los georgianos, es un problema social que vean el nivel de vida de los ladrones y ellos también lo busquen así”, indica.
Los distintos perfiles de ladrones de casas
Como hablamos de una gran ciudad, también cabe esperar que operen en ella un gran número de mafias. “En las mafias croatas, las que roban son las mujeres y son expertos en el resbalón o los destornilladores; las georgianas son íntegramente masculinas y expertas en forzar cerraduras”, explica Aparicio. “En el caso de las mafias que provienen de Latinoamérica son equipos mixtos, en los que las mujeres ejercen labores de vigilancia o transporte de la mercancía y usan más brutalidad a la hora de acceder a una casa, y en las bandas españolas vemos delincuentes que venían de otras modalidades, como la sustracción de coches”, detalla el inspector.
El 99% de las mafias buscan casas vacías, según indica Aparicio a El País. Ponen señales, estudian las entradas y salidas de los vecinos y vigilan sus movimientos para asegurarse que no los encontrarán cuando entren, porque entonces cambiaría la calificación penal. En todo caso, el inspector advierte de la peor mafia: “A la mafia albanesa, que ha hecho un trabajo de investigación y seguimiento y tiene todo preparado, le va a dar igual que estés en casa”.
Hay incluso grupos que disfrazan a sus miembros para que luzcan completamente diferentes entre un robo y otro. El grupo de la Policía Nacional que investiga a estas bandas encontró en cámaras de seguridad cinco mujeres que cambiaban de aspecto constantemente. “Un día había varias rubias, otro día eran más altas, otro día más rellenitas…”, señala el periódico. El equipo de Aparicio necesitó tres meses para identificar a las reinas del disfraz: tres mujeres croatas y dos serbias que acabaron entre rejas a primeros de junio.
¿Cómo consiguen entrar a robar?
Las bandas son profesionales. Antes de cometer un robo, estudian los detalles. Por ejemplo, ponen un sistema de seguimiento a los propietarios de las casas para conocer sus hábitos y el tiempo que pasan fuera de casa. El informe anual de Unespa, una asociación que engloba a las aseguradoras españolas, señala que el coste medio de lo que los ladrones extraen de las casas de Madrid es de 782 euros, pero Aparicio asegura que “algunas de estas mafias no bajan de los 200.000 euros por golpe”.
Pero el inspector hace hincapié en la pasividad de los propietarios a la hora de cambiar las cerraduras de sus casas: “Cambiamos de colchón por salud y de móvil por capricho, pero no somos capaces de ver que un bombín que se colocó hace 30 años y no se ha tocado está completamente desfasado”.