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CIENCIA

Turkmenistán y el problema de las emisiones de metano

El país es el que más metano emite, uno de los mayores agentes culpables del calentamiento global. Su presidente Berdimuhamedov ha prometido reducirlas.

Turkmenistán y el problema de las emisiones de metano

Las emisiones de metano son el principal problema del calentamiento global. Un 25% proviene de ahí. Y el país que más despide es Turkmenistán, un estado autoritario presidido por Serdar Berdimuhamedov. Tienen costumbres tan excéntricas como prohibir fumar en lugares abiertos, obligar a todos los hombres a no tener barba y, la más reciente, obviar la existencia de la COVID-19.

En Turkmenistán se han producido episodios de emisiones de metano equivalentes a la de 67 millones de coches, y dos de sus principales fugas son equivalentes al que se produjo en todo un país como Reino Unido, según revela The Guardian. Esos scapes suelen proceder de oleoductos y gasoductos envejecidos, con poca tecnología destinada a borrar la huella climática. Sin embargo, han decidido dar un paso para cambiar esto, o al menos eso parece…

Berdimuhamedov aprobó una hoja de ruta esta semana para mejorar la legislación nacional al respecto y firmar el Compromiso Global del Metano junto a 150 países, especialmente apoyándose en el Instituto Nacional de Emisiones de Metano (IMEO) de la ONU. “Es muy alentador que se ayude a Turkmenistán a terminar con esto y que las autoridades respondan”, decía Manfredi Caltagirone”, director del IMEO.

Los principales agentes a controlar serán las empresas estatales Turkmenoil, Turkengas y también la de otros puntos de extracción de gas del Mar Caspio. La costa oeste de Turkmenistán se considera “uno de los puntos calientes de metano más grandes del mundo”.

Todo quedará pendiente de si Berdimuhamedov realmente hace un esfuerzo por controlar el problema, algo que ayudaría la entrada de inversión extranjera en el país, porque los datos de años anteriores, de 2019 a 2022 no reflejan una rebaja sustancial de las reducciones, siempre por encima de los 4 millones de toneladas.

El ejemplo icónico de la ‘Puerta del Infierno’

El ejemplo más paradigmático es el Pozo de Darvaza, también conocido como las Puertas del Infierno, un espectacular agujero gigante que no para de arder desde los años 70, cuando, según la versión más extendida, una expedición soviética perforó en busca de gas y provocó un cráter en combustión permanente que se ha intentado apagar en varias ocasiones. No es un foco masivo, se ha convertido en algo natural (no es una explotación), pero sí un reflejo icónico de lo que sucede en Turkmenistán. Es una atracción turística de discutible diversión, pero también un factor de alto riesgo para el calentamiento global y para la salud diaria.

“Estamos perdiendo valiosos recursos naturales por los que podríamos obtener importantes beneficios y utilizarlos para mejorar el bienestar de nuestro pueblo”, decía Berdimuhamedov, empeñado en mejor la imagen supercontaminante de su país. ¿Lo conseguirá? Será complicado de decir en un régimen autoritario con poca apertura y del que la mayoría de las imágenes y datos se consiguen vía satélite.

¿Por qué el metano es tan contaminante?

El metano (CH4) es un gas de efecteo invernadero, que agrava la crisis climática y también deteriora la calidad del aire, algo que afecta directamente a los humanos. Se considera que tiene 67 más capacidad contaminante que el dióxido de carbono. Proviene de fuentes naturales, pero más del 60% de emisiones son provocadas por los humanos. Desde 2006, el incremento de metano en la atmósfera se ha multiplicado, como consecuencia de explotaciones petrolíferas, de gas y también por métodos no convencionales como el fracking.

Sus emisiones causan más del 40% del calentamiento global y suele permanecer en la atmósfera de más de 12 años. En la explotación de metano y sus procesos se filtran de manera voluntaria grandes cantidades, y además le acompañan otros contaminantes como el benceno y el etilbenceno. La quema de metano, además, puede producir carbono negro. También se pueden generar nubes tóxicas.

Por eso, se incita a los países a reducir al máximo las emisiones de metano, Turkmenistán es el que más emite. Y por eso se le pide apagar sus ‘puertas del infierno’. El país es muy opaco y será complicado seguir los avances, pero Berdimuhamedov ha mostrado su compromiso.