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CIENCIA

Hallan la fortificación más antigua del mundo

El descubrimiento pone en entredicho que la agricultura fuera el motor de los primeros asentamientos humanos.

Actualizado a
Hallan la fortificación más antigua del mundo
Universidad de Cambridge

Un grupo de investigadores ha identificado en Siberia central, a 2.500 kilómetros del este de Moscú, una fortificación que levantaron cazadores y recolectores durante principios del Holoceno (hace unos 8.000 años). Aunque estas construcciones ya se conocían, se consideraba que no podían haber sido construidos por cazadores de la Edad de Piedra y que eran más recientes. Sin embargo, el nuevo estudio ha provocado un giro en la historia del hallazgo.

En concreto, las estructuras presentan evidencias de tener “un camino autóctono y sin precedentes hacia la diferenciación sociopolítica en una parte inesperada del mundo”. El hallazgo, situado en Amnya (Rusia), demuestra que los cazadores-recolectores construyeron allí “asentamientos fortificados muchos siglos antes de que aparecieran por primera vez recintos comparables en Europa”.

Para poner fecha al asentamiento fortificado, los investigadores han utilizado dataciones por radiocarbono, un método que se basa en el análisis del carbono presente en muestras de origen biológico, como fósiles o carbón. El uso de esta técnica también ha desvelado que el asentamiento fue ocupado de nuevo durante el cuarto milenio a.C.

Los cazadores y recolectores de la zona construyeron Amnya y la fortificaron con muros, creando un lugar permanente en el que vivir. Los habitantes de Amnya consiguieron recolectar aceites y otros alimentos gracias a las migraciones de renos, alces y aves que cruzaban la zona. De hecho, una de las mayores curiosidades de este asentamiento es la ausencia de agricultura, fenómeno que se considera indispensable para que el humano se estableciese en un lugar.

No tuvieron que cultivar: el entorno les proporcionaba estacionalmente todo lo que necesitaban, era como cosechar la naturaleza”, señala Henny Piezonka, de la Universidad Free de Berlín y coautora de la investigación. Los investigadores encontraron fragmentos de cerámica decorada en el que los habitantes de Amnya guardaban los alimentos.

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The world's oldest-known promontory fort: Amnya and the acceleration of hunter-gatherer diversity in Siberia 8000 years ago

Según el estudio, este tipo de asentamientos surgen a raíz de cambios importantes e innovaciones tecnológicas, como la cerámica. Además, la subsistencia, prácticas rituales y una organización sociopolítica provocó la aparición de estos lugares. Es decir, se creó una “mayor cohesión grupal, un mayor sedentarismo y territorialidad, pero también “un aumento de las tensiones y conflictos sociales entre grupos”.

“Dentro de este conjunto de desarrollos, los sitios fortificados, si bien eran funcionalmente defensivos, también crearon un vínculo nuevo y más persistente de las comunidades con los lugares”, señala el estudio, que asegura que el asentamiento de Amnya marcó el comienzo de la construcción de fortificaciones en el norte de Eurasia “que continuó durante casi ocho milenios”.