NUTRICIÓN

Alimentos germinados, una bomba de energía y vitalidad

Alimentos germinados, una bomba de energía y vitalidad

Los brotes verdes germinados son una excepcional fuente de vitalidad y nutrientes. Son hasta 10 veces más saludables que el alimento en grano y además, tienen propiedades rejuvenecedoras.

Los brotes verdes (los de verdad) son granos germinados de manera natural que aportan hasta un 100% más nutrientes que los granos que no llegan al momento de germinación.

Su sabor aporta un toque gastronómico muy apetecible en diversos platos, en crudo o ligeramente cocinados y son tradicionales de otras culturas: como la soja, en Extremo Oriente; las judías y guisantes, de la India; el trigo, de Oriente Medio; o las bebidas de cereales, como la malta elaborada a partir de cebada germinada.

Por su valor nutritivo son comparables a las frutas y verduras. Al igual que éstas, contienen gran cantidad de vitaminas -en especial A, B, C, E y K-, minerales, enzimas y clorofila. El germinado de trigo, por ejemplo, contiene hasta seis veces más vitamina B que la semilla, y en la soja la vitamina C no aparece hasta que no se ha producido la germinación.

Si se mira su contenido en azúcares simples, que aportan energía y se asimilan fácilmente, también resultan muy atractivos. Al germinar, el contenido en aminoácidos del grano o la semilla, también se incrementa entre un 10% y un 30%, y lo mismo sucede con el hierro asimilable. Esta composición, hace que resulten idóneos para estimular los procesos digestivos.

Su consumo se recomienda en casos de anemia y para personas con el estómago delicado, que pueden comer legumbres cocinadas, pero sí sus germinados.

¿Cómo preparar alimentos germinados?

Los puedes encontrar frescos en casi cualquier frutería, principalmente los de soja o lentejas, aunque obtenerlos es muy sencillo y por tanto, puedes elaborar en casa tus propios germinados, a partir de granos y semillas orgánicos. Y así evitar los químicos o transgénicos que a veces contienene los granos destinados al cultivo.

- 1 Elegir el grano orgánco de buena calidad. Hay infinitas variedades de semillas que puedes germinar: cereales, como la avena, trigo, maíz, cebada, arroz, etc... legumbres: lenteja, judía, guisante, trébol, etc..., oleaginosas: sésamo, girasol y frutos secos, y también verduras, brécol, zanahoria, espinaca, perejil, berro, lino, rúcula, mostaza, etc...)

- 2 Seleccionar el grano y limpiar los granos que presenten alguna señal de deterioro o enfermedad.

- 3 colócalos en un recipiente cerámico y añade agua hasta superar unos dos centímetros por encima del grano y déjalos así hasta la noche, cuando cambiarás el agua por agua tibia hasta la mañana siguiente.

- 4 A la mañana siguiente, enjuágalos y repite el proceso dos o tres días hasta que los granos comiencen a brotar.

Una manera perfecta de prepararlos es en forma de ensaladas o al wok y debes tener en cuenta que al cocinarlos pueden perder gran parte de sus propiedades.

El clima sugiere alimentos más frescos y fáciles de preparar y difgerir y son una bomba energética que te aporta un extra para una época del año con mayor actividad al aire libre.

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