Fórmula 1 | Actualidad
El Toro Rosso es más veloz que los Red Bull
Lleva el chasis del primer equipo, pero su motor Ferrari, más potente que el Renault, le permite tener dos puntos más de carga aerodinámica
Sebastian Vettel realizó en Alemania una buena carrera, de eso no hay duda, pero su actuación ha recibido aún más elogios por el tópico de que sólo llevaba un Toro Rosso. Y en Hockenheim el coche del equipo B era claramente más veloz que los Red Bull. Y también que Renault. El chasis que lleva el equipo italiano es exactamente igual al diseñado por Newey para la casa madre, pero tiene le ventaja de llevar un conjunto motor-cambio de origen Ferrari, claramente más potente y con más tirón en baja que el fabricado en Viry-Chatillon por la marca del rombo.
Los propulsores no son los de ultimísima generación de Maranello, pero son suficientes para asombrar a la salida de las curvas a sus adversarios, y más en un cara a cara como el que tuvo con Alonso en Hockenheim. La ventaja de tener más caballos es que el Toro Rosso puede permitirse poner más carga aerodinámica en el alerón posterior, concretamente, dos puntos más de incidencia aerodinámica, sin perder velocidad punta. Algo que provoca más agarre y tracción. Sólo en el sector intermedio del trazado alemán, con fuertes aceleraciones y frenadas y donde es posible adelantar, Vettel aventajaba a Alonso en la carrera del domingo en tres décimas por vuelta. De hecho, el peor piloto de la escudería, Sebastian Bourdais rodó cerca del ovetense buena parte del gran premio. El asturiano era algo más rápido, pero se encontraba con un muro de falta de tracción cada vez que intentaba hacer algo. Y una excelente resistencia.
La estrategia de Red Bull es clara. Una vez logrados los objetivos deportivos del año con un podio, ahora se trata de vender al mejor postor el antiguo equipo Minardi. Y para eso tienen que intentar meterse en los puntos más veces en lo que queda de temporada. De momento no ha salido ningún postor de garantías.
2009: pilotos de pago.
En cualquier caso, si al final decide quedarse con la estructura el multimillonario Mateschitz, cambiará por completo la mentalidad. Sólo se admitirán entonces pilotos de pago que financien el carísimo motor Ferrari que ya tienen comprometido para el año próximo. Poco a poco Toro Rosso, salvo que entre en la órbita de una gran marca, puede empobrecerse hasta volver a sus modestos orígenes.