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FÚTBOL SALA | UEFA CUP

El Movistar Inter llega a la final para volver a reinar en Europa

Cardinal y Rivillos lideraron a los madrileños. Ricardinho marcó, asistió y se retiró con un golpe en el tobillo que le convierte en duda para la final.

Jesús Herrero y Ricardinho.
CHEMA DIAZDIARIO AS

El Movistar Inter no falló y estará en la final de ‘su’ Final Four en la que aspirará a su cuarta UEFA Cup. Lo hizo con un juego brillante que superó a un Pescara peleón, que incluso se adelantó en el marcador, pero que fue incapaz de frenar todos los recursos de los de Jesús Velasco. Cardinal, Rivillos, Ortiz o Rafael estuvieron sublimes junto a un Ricardinho que fue la cara y la cruz: marcó el gol del empate, asistió en el 2-1 y estuvo inédito en la segunda mitad por problemas en el tobillo que le convierten en duda para la final de este domingo, ante el Ugra (20:30, Teledeporte y Eurosport).

El partido no empezó bien para el Movistar. Mauro Canal, cuya baja era casi segura tras dar positivo esta semana pero que finalmente pudo jugar a falta del contraanálisis, supo definir perfectamente ante Herrero un pase largo. Pero el tanto contrario, que podía meter nerviosismo al anfitrión, sólo le hizo despertar. Ortiz atrapó un rechace en la frontal y le cedió a Ricardinho para que colocara el empate. El luso y su compatriota Cardinal eran los más enchufados en los madrileños y su conexión, en un saque de banda, acabó con el 2-1, obra del pívot.

La remontada le hizo daño al Pescara, y más cuando nada más reanudarse el choque, a los 33 segundos, le caía el tercero en una jugada donde Mario Rivillos lo hizo todo bien. Primero robando el balón, luego montando la contra apoyándose en Cardinal y al final mandando un balón al segundo palo donde Rafael anotaba el 3-1.

Aún así, el campeón italiano lo siguió intentando y obligando a Jesús Herrero a sacar un repertorio de paradas para frenar las llegadas italianas, que se intensificaron cuando, a falta de cinco minutos, el exElPozo Grello aparecía como portero-jugador. En una de esas, el paraguayo Salas acortaba distancias.

Pero al Movistar no se le iba a escapar la final. Supo apretar los dientes y Rivillos, el mejor en el Movistar junto a Cardinal, anotó el 4-2 a falta de siete segundos para desatar la fiesta en el Multiusos de Guadalajara. Explosión de júbilo en todo el pabellón, pero menor en el banquillo madrileño, donde Ricardinho, que no jugó en la segunda mitad, hablaba y hacía gestos de dolor al fisioterapeuta José Prieto. Desde el cuerpo técnico esperan que se recupere para la final del domingo.