El argentino, que había sido noticia toda la semana, consiguió en el 70' el tanto que acabó con sus ex. El Nápoles, consiguió reponerse del primer tanto, pero estuvo espeso tras el segundo.
Era el hombre más esperado, y no falló: Gonzalo Higuaín firmó para la Juventus un triunfo (2-1) que parte las piernas de su exequipo, el Nápoles, distante ahora 7 puntos de la cima de la tabla. Antes del pitido inicial, el Pipita se reencontró con Sarri, y los dos se fundieron en un emotivo abrazo. Fue la imagen más bonita de una primera mitad con gran intensidad (y tres amonestados), pero con ninguna ocasión. Allegri perdió a Chiellini en el 39' y decidió sustituirle con Cuadrado, mientras que Sarri dio la sorpresa saliendo de inicio con el '97 Diawara, que no sufrió miedo escénico.
La reanudación empezó con fuegos artificiales: tras un córner, en el 50' un desastroso error de Ghoulam le entregó el balón a Bonucci, que solo ante Reina no falló. Cuatro minutos después, no obstante, Callejón, fiel a su estilo, se coló detrás de la línea defensiva bianconera aprovechando un típico pase largo de Insigne, y batió a Buffon alcanzando 7 dianas en esta Serie A.
No obstante, en el 70' llegó el epílogo más triste para los partenopei y más soñado por los juventini: Higuaín recibió en el área otro mal pase de Ghoulam y con un zurdazo raso marcó el 2-1, que decidió no celebrar. Si lo hizo toda la Vecchia Signora, que administró la ventaja sin sustos hasta el final, prolongó la maldición azzurra en el 'Stadium' (0 puntos) y, una vez más, le demostró a toda Italia quien manda en la Serie A.