ALEMANIA
Tres años y medio de cárcel para Uli Hoeness por evasión fiscal
El presidente del Bayern tendrá que ingresar en prisión si no prospera el recurso que presentará al ser la pena de reclusión superior a dos años. El fiscal pedía cinco y medio.
Se derrumba una leyenda. Uli Hoeness, presidente del Bayern Múnich y autoridad moral alemana durante muchos años, fue condenado ayer por la Audiencia Provisional de Múnich a tres años y seis meses de prisión efectiva por un fraude fiscal estimado en un total de 28,4 millones de euros. Nada más conocerse la condena, el abogado del mandamás del club bávaro anunció su propósito de recurrir al Tribunal Supremo, por lo que hasta ahora no hay sentencia en firme. “No quiero añadir nada más“, dijo el propio Hoeness tras leerse el fallo del juez.
El Bayern tampoco tardó en reaccionar y convocó una reunión extraordinaria en su sede, en la que participaron la Presidencia y el Consejo de vigilancia y de administración para debatir sobre el futuro del club. Eso sí, todo indica a que será el propio Hoeness el que opte por dejar todos los cargos en el club muniqués. Como vienen informando fuentes de la sociedad, las decisiones de la junta, celebrada a puerta cerrada, se harán públicos hoy viernes. Existen muchas especulaciones sobre el sucesor de Hoeness como presidente del club, de las que ninguna ha querido pronunciarse hasta ahora. Karl Hopfner, exdirector financiero del club, y Edmund Stoiber, exmininstro presidente del estado de Baviera, son los principales candidatos para ser el nuevo Hoeness del Bayern.
El proceso celebrado en el Palacio de Justicia de Múnich arrancó el pasado lunes con la acusación de fraude fiscal por 3,5 millones de euros, tal y como Hoeness lo había declarado en su autodenuncia en enero de 2013 con el propósito de que fuera considerado un atenuante.
Tras las declaraciones de una asesora fiscal ante el juez Rupert Heindl, dicha cantidad defraudada subió a un total de 28,4 millones de euros, por lo que Hoeness, acompañado por su mujer Susi, fue declarado culpable ayer. El aún presidente del Bayern admitió haber cometido un “error enorme“, pero no quiso alejarse de la imagen propagada por él en los últimos meses. “No soy un parásito social“, dijo nada más comenzar el juicio. “He donado un total de cinco millones a organizaciones sociales y he pagado alrededor de 50 millones de impuestos. No pretendo presumir, sólo pretendo hacer borrón y cuenta nueva”.
La pena de cárcel no se lo permitirá, aunque de momento Hoeness podrá seguir asistiendo a los partidos del Bayern e incluso viajar con ellos por Europa durante la Champions League. Hasta que el Tribunal Supremo tome la decisión de reabrir el juicio, o no, puede pasar hasta un año. Eso sí, si confirma la condena, Hoeness sería arrestado inmediatamente e ingresado en la prisión de Landsberg Am Lech, conocida porque allí estuvo confinado Hitler en 1924.
Nada más hacerse pública la sentencia, que corrió por internet y las redes sociales como un rayo, Rupert Heindl, juez popularmente conocido por su severidad, le explicó a Hoeness las razones por las que considera que es culpable: “Su motivación fue el temor a ser descubierto. Tuvo muchos años para preparar algo, pero prefirió no hacerlo. La autodenuncia siempre estuvo a su disposición durante todo el tiempo. Eso hizo que el balón rebotase y al final terminase en su propia portería”. Nunca mejor dicho.