Los abanicos protagonizan la etapa más rápida de la historia

No por ser esperado algo se puede evitar, y eso fue lo que ocurrió en la cuarta etapa de La Vuelta Femenina camino de Zaragoza, siempre caracterizada por un factor que suele hacer saltar por los aires una carrera: los abanicos. Y esta Vuelta no fue una excepción. Con un perfil totalmente favorable, partiendo en una fría mañana desde Molina de Aragón hasta la capital aragonesa, la tensión se respiraba desde la salida, donde el ambiente festivo animaba una mañana impropia de mayo, con abrigos típicos de diciembre-enero y corredoras frotando sus propias manos para entrar en calor. En la salida había personalidades ilustres, como Raúl García Pierna, corredor madrileño del Arkea, y Gema Pascual, la seleccionadora. Nadie se quería perder una etapa que apuntaba a locura desde el inicio... y así fue.

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Ni 30 kilómetros recorridos, de los 142 previstos y... pum. Cortes en el grupo. Largas rectas, carreteras totalmente expuestas al viento y primeros cortes. De un pelotón de 131 ciclistas... ¡solo había 19 por delante! Empezaba el entendimiento para algunas y la agonía para otras, y el SD Worx demostró que a día de hoy es el mejor equipo del pelotón, con seis corredoras presentes en el grupo cabecero. Una representación española, la de Sheyla Gutiérrez (única Movistar) y destacadas como Gaia Realini (Lidl-Trek), Mavi García (Liv-AlUla-Jayco) o Liane Lippert (Movistar), por detrás. Pelotones enfilados ocupando el ancho de la carretera y carrera por los aires, con diferencias que subían: un minuto, minuto y medio, dos... por detrás, prácticamente se despedían de la etapa y tal vez algo más.

Eso sí, por delante rodaban las cuatro corredoras que ocupan los primeros puestos de la general, con Vas al frente en un liderato que perdió incluso antes de llegar a Zaragoza, porque Marianne Vos bonificó en el esprint intermedio, superando ese segundo de desventaja que tenía, y luego en el esprint confirmó su preciada prenda. Esta volata era por la segunda posición, ya que la primera tenía dueña: la estadounidense Kristen Faulkner, del Education First. La del Education First, primer equipo que repite éxito en esta edición tras la conquista de Jackson en Moncofa, atacó en un pequeño repecho a las afueras de Zaragoza, a poco más de 5 km del final.

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Sin mirar atrás, entró en el núcleo urbano como si de una contrarreloj se tratase y festejó como las grandes, alzando los brazos únicamente tras cruzar la meta, porque aquí todo segundo cuenta. En un día sin respiro, con una meta abarrotada de gente, la media final de la jornada fue de 46,754 km/h, la etapa más rápida de la historia de La Vuelta Femenina. Zaragoza nunca defrauda... y, este jueves, más de Aragón y primer final en alto: desenlace en Jaca tras partir de Huesca. Vos tendrá que trabajar duro para intentar retener el liderato.

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