El costarricense Andrey Amador, del Movistar, tuvo una tremenda bronca con un policía de tránsito, que le paró y le decomisó la bicicleta en pleno entrenamiento por su país, por rodar por una carretera prohibida para los ciclistas: la ruta 27, desde la capital San José en dirección a Caldera (Pacífico). “Usted no sabe quién soy. Si me agarra y me bota de la bicicleta, me tiene que pagar lo que no vale usted y lo que no vale su puta moto”, es una de las airadas frases que pueden escucharse al ciclista en una grabación hecha por el propio oficial de tráfico.

Amador dio el primer aviso sobre el suceso en la red social Twitter, cuando escribó: “Me acaban de quitar la bici. Es lo que tenemos por salir a entrenar… Ahora alguien que me preste una bici para poder seguir entrenando”. El tuit va acompañado de un vídeo propio grabado con un móvil donde se escucha decir al ciclista tico: “Casi me bota, casi me bota. Me agarró la bici, me la puso al revés, el Garmin por allí…”.

En respuesta a Amador, la policía difundió en medios de comunicación el vídeo oficial tomado por su agente, al que se identifica como el capitán Ovares. Ahí se puede ver cómo le da el alto al ciclista cuando rodaba por el arcén de la ruta 27. “Paro, pero aquí no”, le repite varias veces el deportista. “No haga las cosas más difíciles”, le responde la autoridad. En ese momento le cruza la moto para frenarle. Amador, con un tremendo enfado, se encara con el agente, que tiene que quitarse al ciclista de encima con un empujón. Durante la denuncia y el decomiso de la bicicleta, el corredor le dice varias veces “usted no sabe quién soy yo”, entre otros reproches.

Ya en frío, Andrey Amador, ganador de una etapa del Giro en 2012, cuarto en 2015 y maglia rosa en 2016, se grabó un vídeo donde pedía “disculpas a aquellos que se hayan ofendido” por su actitud y “por circular en una carretera que puede poner vidas en riesgo”, pero también volvía a criticar duramente el comportamiento del policía: “Estoy muy molesto por la forma en que actuó. Me atravesó la moto y casi me bota. Hasta llegó un punto que me empezó a empujar. Poniendo en riesgo mi vida y mi integridad (…). No me gustaron las maneras: me agarró la bici, la tiró, me rayó el Garmin, que es de un coste elevado”. El tico añadió que nunca pretendió resistirse a la autoridad: “Sólo quería parar más adelante, que hay campo y tierra para parquear, y no en medio de la pista, que es peligroso para mí y para todos”.

Mario Calderón, director de Tránsito de Costa Rica, justificó posteriormente la actuación del capitán Ovares: “Uno de sus objetivos es salvar vidas y por eso le pide que se detenga para minimizar ese riesgo. Para mí es un asunto de prevención, él utiliza una herramienta que tiene, que es la motocicleta, para que frene y minimice la velocidad”, explicó en el diario La Nación.

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