Mexicano sufre doble asalto en Rusia
Ricardo relató cómo fue víctima de la inseguridad, uno de los atracos se dio arriba del transporte público.
La Copa del Mundo está llena de historias. Pero no todas son tan positivas como pudiera pensarse. Ricardo observa la Arena Rostov, donde jugará México este sábado frente a Corea del Sur, con ilusión reflejada en el rostro. Sonríe. Pero apenas dos días atrás, estaba encerrado en un hostal, llorando, instantes después de ser asaltado en Moscú.
Algo tan elemental en un país ajeno como tomar un taxi puede convertirse en un dolor de cabeza si se corre con mala suerte. Sobre todo, si se trata de un vehículo encontrado en la calle. Hoy, Ricardo recomienda contratar solo servicios a través de alguna aplicación. Pero llegar para llegar a esa conclusión, tuvo que pasar por un pésimo momento.
"Dos días antes de venirme a Rostov, salí con un amigo de la Plaza Roja. Él iba para otro lado, yo iba para el sur, él tomó un taxi que estaba ahí en el centro y yo tomé otro taxi que estaba atrás. Estaba viendo en el mapa cuando iba llevarme a mi hostal, que no iba para la ubicación, se estaba alejando. Tomé mi celular con el mapa y le decía: sabes qué, me estás dejando en otro lado. Aquí no es", relata.
"Entonces, él solamente me arrebató el celular, se bajó, se fue para la puerta donde yo estaba y me bajó. Entonces, me quedé solo pensando: me acaban de asaltar. Yo tengo otro celular para el trabajo y de ahí empecé a mandar mensajes para mis amigos: me acaban de asaltar, pero estoy bien. Me fui caminando para mi hostal porque me dejó como a una hora y no había nada, eran las tres de la mañana", continúa Ricardo.
"Voy caminando y de pronto se acerca otro coche y se bajan dos sujetos armados con una navaja. Me quitaron lo que tenía: el dinero, mi otro celular y me quedé sin nada. Me fui caminando, llegué y estaba llorando, nunca me habían asaltado en mi vida. Vine a Rusia, vengo de Moscú y me tocó la de malas", sentencia.
Tal era el pesar, que solo pudo quedarse encerrado. No reportó el incidente a la embajada, pues en el momento, la frustración no le dejó. "Bueno, desafortunadamente no lo hice, al día siguiente estaba completamente desanimado. Tenía dinero ahí guardado y lo primero que hice fue comprar otro celular, me compré un chip, me comuniqué con mi familia, les conté lo que había pasado y afortunadamente me mandaron otro poco y con eso estoy acá. Sí me sentí muy frustrado porque pensé que ya había perdido. Estaba incluso a punto de vender mi boleto, pero afortunadamente me apoyaron", recuerda.
"El primer día estaba fatal, no salí de ahí, solo fui a comprar el celular y estuve todo el día ahí encerrado, pero ahorita vengo para acá, me encuentro otros mexicanos, les cuento mi experiencia, lo subí incluso a un grupo de Facebook, entonces todos los mexicanos me comentaron, me dijeron no te preocupes, aquí te hacemos la cooperacha y aquí estoy. Se me pasó y estoy contento de que mañana va a jugar México", añade.
Ahora, no toma un taxi si no es a través de alguna aplicación. En Rusia funciona Uber, pero cuentan con un servicio local que tiene más vehículos disponibles. "No había nadie en la calle, recuerdo que había una persona haciendo ejercicio. Yo grité, pero solamente se volteó y me dijo 'no puedo hacer nada'. Lo que sí recomiendo es evitar taxis de la calle, hay una aplicación en Rusia que se llama Yandex, que es como el Uber ruso, es lo que nos están recomendando", finaliza.