Mónaco: velocidad y estrategia con un Falcao renacido
Gran temporada la del equipo monegasco. El delantero colombiano recuerda al de tiempos anteriores. Sidibé y Lemas, jugadores de nivel.
El Mónaco es el conjunto de menor entidad que puede caer en suerte. Atesora en sus filas jugadores de enormes condiciones físicas y también futbolistas de un corte más técnico. Una combinación bien aderezada por un entrenador de experiencia como Leonardo Jardim. Completó una fase de grupos de mérito, iniciada con una victoria decisiva contra el Tottenham en Londres. Aun así, es un adversario factible de superar. No debe confundir su primer puesto de grupo.
Las limitaciones monegascas son indiscutibles. Le costará reaccionar en el momento en que esté por detrás en el marcador y no parece que pueda tener mayor recorrido en la competición. Estar en octavos de la forma que lo logró debe ser un éxito por sí mismo. Es su mejor aval. Se puede agarrar a la nula presión que carga. Además, su candidatura en la liga francesa le debería reforzar moralmente, en caso de que la siga sosteniendo.
A partir del despliegue y la velocidad, el Mónaco se parapeta atrás y se descubre al contraataque. Sobresalen las figuras de Subasic, Glick, Sidibé, Fabinho (actuando de centrocampista), Moutinho, Bernardo Silva, Lemar y Germain. El renacer de Falcao multiplica su poderío ofensivo. El colombiano mantiene la misma relación pasional de siempre con el gol (14 tantos).
Fortalezas
-Juego aéreo. Una virtud evidente de este Mónaco. Peligroso a balón parado y en los centros al área. Rematadores como Glick, Germain o Falco aumentan sus opciones.
-Poderío físico. Inclina su flujo ofensivo hacia los costados. Sidibé, Mendy y Lemar, jugadores veloces.
Debilidades
-Tardes negras. Se va de los partidos, algo que no se puede permitir en una eliminatoria de este tipo. Las derrotas frente al Niza (4-0) o el Toulouse (3-1) son dos ejemplos.
-Estadio frío. Una afición poco numerosa y fogosa. Escasa ayuda a nivel ambiental.
Estrella: Radamel Falcao (Colombia, 30 años)