La sufrida historia del cubano que defenderá a Chile en Río
Julio Acosta llegó a los 19 años a Chile y este 2016 será el representante chileno en levantamiento de pesas. "Nos hace falta mucho apoyo", dice.

Boxeo, Karate y Ajedrez. Esos son algunos de los deportes que practicó Julio Acosta antes de encontrar su pasión en el levantamiento de pesas, a los 13 años. El deportista, eso sí, sabía que la alta competencia en Cuba, lugar donde nació, complicaría su futuro, por lo que seis años después tomó una drástica decisión.
"Mi papá, que llevaba varios años en Chile, me invitó a que viniera", cuenta en el Centro de Entrenamiento Olímpico antes de explicar lo difícil que fue el cambio de país. "Los primeros meses recogí tres veces las maletas para devolverme porque no me adaptaba, pero me sobrepuse con la ayuda de mis amigos", dice.
"Sufrí al dejar a mi mamá, hermano, amigos, y llegué a Chile, que es una realidad totalmente distinta. Es que en Cuba la vida es muy de barrio. Muy de amistades, entonces acá en Chile estaba encerrado en la casa, donde no conocía a gente, no salía y hacía frío", agrega.
Sin embargo, Acosta se convenció que en Santiago tendría más posibilidades de destacar en su deporte favorito. Y acertó. El pesista -después de 10 años en este país- consiguió un cupo para participar en los Juegos Olímpicos de Río.
Acosta, que compite en la categoría -62 kilos, obtuvo su nacionalización en febrero del 2014. Dos años después destacó con un tercer lugar en un Campeonato Sudamericano y logró la misma posición en el Preolímpico de Cartagena, Colombia. No obstante, aclara que le ha costado bastante surgir.
"Una vez que alcanzas una medalla, tienes el beneficio Proddar, pero antes no hay apoyo. Solamente tienes el respaldo de tu Federación, que -a veces- tampoco es tanto porque deben privilegiar al deportista con más resultados", reconoce.