PEÑA MADRIDISTA AMIGOS DE LOJA
Peña Loja: Mucho Madridismo
El pasado viernes, 7 de febrero, celebramos en el local de la Peña “Amigos del Real Madrid de Loja” nuestra tradicional Asamblea de socios en cuyo orden del día estaba la valoración de las actividades realizadas durante el pasado año y la elección del nuevo Presidente y Junta Directiva.
El pasado viernes, 7 de febrero, celebramos en el local de la Peña “Amigos del Real Madrid de Loja” nuestra tradicional Asamblea de socios en cuyo orden del día estaba la valoración de las actividades realizadas durante el pasado año y la elección del nuevo Presidente y Junta Directiva.
Durante su celebración y al hilo de algún que otro comentario de los socios asistentes, nuestra memoria “sale a pasear” por todos los momentos vividos en nuestra Peña durante el pasado y no podemos –por menos- que esbozar una sonrisa, cargada de satisfacción y añoranza… ¡Qué genial fue para nuestra Peña el 2.013! ¡Al menos como Asociación! Porque aunque al hacer balance, para el Real Madrid, no fue el mejor año… ¡por no decir otra cosa!, para nuestra Peña fue un AÑO GRANDE: lleno de deseos cumplidos, objetivos alcanzados, momentos compartidos e ilusiones renovadas.
En este paseo de nuestra memoria por el año recién concluido se hace presente en su inicio el ENCUENTRO DE FÚTBOL DE VETERANOS DEL REAL MADRID Y DEL LOJA. ¡Qué día tan bonito para nosotros! Muchos de nosotros recordamos que, desde pequeños, una de nuestras ilusiones fue siempre ver jugar al Real Madrid en Loja e incluso, en nuestra imaginación, podíamos ver con nitidez el partido: unos, derrochando clase y genialidad, plasmando en el campo su clase y señorío; y otros, entregados y disfrutando de cada momento, poniendo fuerza y orgullo en su juego, demostrando que merecían el “regalo” de estar en el campo frente a ese rival tantas veces soñado. ¡Pues bien, ese sueño se cumplió –más o menos- con ese partido de fútbol de veteranos! ¡Al fin pudimos ver en nuestro campo a los Santillana, Alfonso, Buyo, Pavón y compañía! ¡Y nadie quiso perdérselo!
¡El año empezaba bien! El mes de abril del 2.013 comenzó con una ilusión largamente soñada y –al fin- cumplida y terminó de “lujo”, con nuestro XVIIIº ANIVERSARIO… ¡El Aniversario de nuestra “mayoría de edad” como Peña! Fue una Aniversario “cargadito” de vivencias felices y encuentros inolvidables, que vinieron a confirmar el gran momento que atravesábamos como Peña. Todos éramos conscientes que quedaba mucho por hacer pero cada una de las actividades que organizamos cumplieron –en mayor o menor medida- los objetivos que nos habíamos fijado: disfrutar de nuestro “ser madridista” en compañía de nuestras familias y amigos y transmitir “ese sentimiento” a nuestro entorno. Y en este paseo que va trazando nuestra memoria, cada recodo del camino nos devuelve una imagen de aquel aniversario: la tradicional fiesta pre-aniversario del viernes en nuestro local, casi en familia; los diferentes concursos con sus “piques” sanos y divertidos; el almuerzo de aniversario del sábado dónde, entre copa y mantel se sucedían las anécdotas divertidas que amenizaban el único momento del año en que casi todos los socios nos podíamos ver; el desayuno del domingo por la mañana, en el que muchos combatían la “resaca” del día anterior a base de chocolate, churros y dulces caseros de nuestras “mujeres”, preparados con todo el cariño; y, finalmente, ¡un acontecimiento nuevo ese año!, la comida campestre del domingo en el chalet de nuestro “Presi” Rafael, en la que los socios y nuestras familias disfrutamos de la oportunidad de conocernos mejor y estrechar nuestros lazos de amistad. ¡Cada imagen de aquel pasado abril provoca en nuestros corazones sentimientos de felicidad y agradecimiento… y en nuestra boca se esboza una nueva sonrisa!
Apenas saboreadas estas imágenes, nuestra memoria continua “paseando”, entre bosques de recuerdos y arboledas de vivencias…, hasta llegar a mayo y en mayo se detiene de nuevo, para disfrutar con nostalgia de las estampas de nuestra celebración de la Cruz. Una CRUZ DE MAYO, la del pasado año, engalanada con mimo, dedicación y humildad. Una Cruz de Mayo disfrutada, desde su inicio, en todo su significado: teniendo presente la “CRUZ” de los problemas que –por aquel entonces- atravesaba el Real Madrid y las dificultades que muchos de nosotros sufríamos por la “temida crisis”…, pero sin olvidarnos de “MAYO” que, con su olor a primavera, renovaba nuestra esperanza y nos llenaba de optimismo para afrontar el futuro. ¡Y así, con este sentimiento agridulce, gozamos de esta fiesta en nuestro local, con nuestra Cruz, dejando –por unas horas- las penas a un lado, brindando por nuestro equipo y por nuestra Peña! ¡Y otra vez nuestro corazón se colma!
Pero nuestra memoria apenas se toma un respiro y retoma sus “andanzas” por los recuerdos y encamina sus pasos por la vereda que la lleva hasta el verano pasado y allí la alegría y el orgullo me esperan personalmente, para recordar los emocionantes momentos vividos al lado de mi padre, de nuestro presidente Rafael y otros compañeros peñistas en Madrid, en el ENCUENTRO NACIONAL DE PEÑAS DEL REAL MADRID. ¡Fue un privilegio y toda una gozada! ¡Tan sólo por ver disfrutar a mi padre como un niño de cada momento de ese día, ya valió la pena! Verán, Rafael, mi padre, ha pasado toda su vida trabajando de sol a sol para sacar a nuestra familia adelante y pocas veces –por no decir ninguna- ha podido “darse un capricho” porque en casa siempre hemos tenido “lo justo” para salir adelante… Por eso, el hecho de que él pudiera asistir a este Encuentro fue un sueño alcanzado para él y verle disfrutar una gozada para mí. Era emocionante ver cómo “alucinaba” con la organización y el despliegue de medios que nuestro club hacía por sus peñistas; era divertido ver su cara de asombro ante la gran cantidad de aficionados que –de todas edades y condición- se daban cita para disfrutar de ese día; era una satisfacción ver el orgullo que reflejaba su rostro cuando pisó, por primera vez, Valdebebas y pudo admirar todas sus instalaciones; y ¡como no!, fue una alegría ver cómo se le iluminaba la cara al reencontrarse –otra vez- con el Santiago Bernabeu y cómo gozó como un crío en el partido de las estrellas contra la Juventus, con cada jugada de Zidanne, Butragueño y otros… ¡Fue una jornada grande para todos pero, especialmente, para él y para otros compañeros –que como él- era la primera vez que disfrutaban de una ocasión así! ¡Y no podemos, por menos, que volver a sonreírnos!
Y esa sonrisa ya no nos abandona cuando nuestra memoria aborda el último tramo de su paseo por los recuerdos del pasado año y llega a la Navidad hace poco vivida. Entonces las imágenes que nos vienen se transforman en “postales navideñas” cargadas de ternura, alegría y buenos sentimientos. ¿A qué se debe esto? La explicación es sencilla: para nuestra Peña las Navidades son una “época especial” y esta Navidad fue nuevamente “muy, muy especial”. Ya fue “especial” desde el principio, cuando preparamos nuestro local, hecho con sencillez y gusto por los detalles: el árbol presidiendo el interior, la corona y un saludo navideño dando la bienvenida a todos en el exterior y el Belén con la Sagrada Familia ante la que los asistentes podían dejar sus deseos en forma de tarjetas improvisadas… ¡Todo preparado para que los que se acercaran a nuestro local pudieran imbuirse del espíritu navideño y disfrutar de él! Y, también, por supuesto, fueron “muy, muy especiales” cada uno de los momentos que –como en una gran familia- pudimos disfrutar estas fiestas… ¡Incluso tuvimos la oportunidad de compartir y festejar con una pareja amiga su aniversario de bodas! ¡Fue una sorpresa preciosa para muchos de nosotros pero, sobre todo, para la pareja! ¡Ellos no esperaban nada así y sus lágrimas de emoción fueron un broche único y original para nuestra Cena de Navidad! ¡Amor, alegría y entrega, valores que unidos –como en esta pareja amiga- daban todo su sentido a la palabra “Navidad” para todos nosotros!
Y, así, con la nostalgia de las últimas navidades, nuestra memoria concluye su feliz paseo y vuelve a la realidad de la Asamblea que ahora concluimos. Dicha Asamblea nos deja a todos el convencimiento de que el pasado año –a pesar de los escasos triunfos de nuestro equipo- fue un muy buen año en muchos aspectos y también la certeza de que este año recién iniciado puede ser aún mejor. Y, para ello, creemos que contamos con todo lo necesario:
¡Hala Madrid!