Pese al clima turbulento, por las protestas en Los Ángeles, el torneo se ha llevado a cabo con relativa calma. En Atlanta, no obstante, sí hubo vigilancia.

Trump y el ICE dejan en paz al Mundial de Clubes

El Mundial de Clubes ha sido mucho más pacífico de lo que se advertía. Las protestas que rodearon su comienzo, toque de queda mediante en el downtown de Los Ángeles, se han apaciguado con el correr de los días. El crispado ambiente político no se ha trasladado, por ahora, a los partidos del torneo antesala a la Copa del Mundo del año entrante. No obstante, el temor migratorio aún asecha. Las redadas continúan a lo largo de Estados Unidos y múltiples casos de detenciones, arbitrarias y no, salen a la luz pública a diario.

Antes del inicio del torneo de FIFA, el primer Mundial de Clubes con 32 participantes, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), había informado furtivamente, a través de sus redes sociales, que sus agentes vigilarían a los asistentes al Hard Rock Stadium durante los primeros partidos. El mensaje, que fue borrado minutos después de la cuenta de X de la dependencia, anunciaba presencia federal en el partido de Inter Miami y Al Ahly “para proveer seguridad”.
AS USA Latino ha podido comprobar que el aviso se ha cumplido en los encuentros en Atlanta. Un par de agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) observaron el paso de los aficionados al Mercedes Benz-Stadium antes del Inter Miami vs. Porto desde una de las rampas de acceso. No hubo ninguna detención. En contraparte, no hay reportes de su intervención en el Hard Rock Stadium de Miami, hasta el momento.
Los corresponsales desplazados a Seattle y Los Ángeles tampoco han observado movimiento alguno. En el Rose Bowl la cantidad de aficionados latinos ha sido notoria por los partidos de River Plate y Monterrey en la sede, pero en Seattle el entorno ha sido extremadamente tranquilo, con entradas por debajo de la media (17% de aforo en el River-Urawa, 37% para el Inter-Urawa) y poco ambiente en las gradas, por lo que no ha sido necesaria un mayor escrutinio de las fuerzas del orden.
En general, Donald Trump y el ICE han dejado las cosas por la paz con el fútbol. Por ahora.
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