Tres minutos necesitó Spence Jr. para vencer a Ocampo

Dos segundos. A dos segundos estuvo Carlos Ocampo con mantener vivas sus esperanzas para arrebatarle el título a Erroll Spence Jr. y quedarse con su invicto. Pero el boxeo no tiene piedad, y menos cuando se trata de buscar un campeonato mundial. Lamentablemente para 'Chema', su destino se encontró con los puños de un estadounidense que no dejó ir la oportunidad de vencer rápidamente a su contrincante.

Las peleas preliminares fueron sumamente cerradas. Los peleadores utilizaron todos sus rounds para definir sus combates en las tarjetas, por lo cual se esperaba que la función estelar fuera similar. No fue así. Con todo el AT&T Stadium ovacionándolo, Spence Jr. saltó al cuadrilátero como el claro favorito. Por cada dólar que se invertía en Ocampo, las casas de apuestas otorgaban 100 en caso de su victoria. Sí, enfrentamiento muy disparejo en todos los sentidos.

La casa de los Cowboys de la NFL acogió a ambos pugilistas. Ocampo saltó con un récord de 22 victorias y ninguna derrota, mientras que su contrincante lo hacía con una más y la misma cantidad de combates perdidos. Sin embargo, la cantidad de knockouts del estadounidense era impresionante: 20 en total. Su poder en los guantes se vio reflejado desde el inicio de la pelea y trató de aprovecharlo al máximo.

Sonó la campana; seconds fuera y era tiempo de pelear. En guardias encontradas (Ocampo es diestro y su rival es zurdo), ambos combatientes trataron de plantear primero el terreno, pero el mexicano no supo controlar los embates de su oponente.

El primer round estaba por concluir, pero entonces llegó la furia de Spence Jr. para finalizar la función. Con un Ocampo contra las cuerdas, el estadounidense lanzó un par de ganchos que conectaron con la zona débil del de Ensenada, Baja California, quien inmediatamente cayó a la lona. A dos segundos de finalizar el episodio, el tercero sobre la superficie contó hasta diez y terminó la pelea.

"Hubiera querido que pusiera un poco más de resistencia", sentenció Errol Spence Jr. acompañado de Jerry Jones, dueño de los Cowboys. "A veces es frustrante porque uno se prepara para estos momentos y, cuando termina tan rápido, no es uno de los mejores sentimientos. Espero que a la siguiente sea diferente".