Rusia obtuvo dos oros en PyeongChang; en Sochi, ganó 11
La delegación rusa experimentó un pronunciado déficit respecto a su actuación en los anteriores Juegos de Invierno: de 29 preseas a 17 en Corea del Sur.
Los Juegos Olímpicos de Invierno de PyeongChang bajaron el telón. Los 'Juegos de la Paz', marcados por el deshielo del conflicto político-bélico entre Corea del Norte y Corea del Sur, también acapararon miradas hacia los laboratorios anti-dopaje. El renovado protocolo establecido por el Comité Olímpico Internacional en la víspera de los Juegos, que recrudecía la vigilancia sobre las pruebas y delegaba a su transporte a las fuerzas de seguridad del Estado organizador, tenía como objetivo blindar el proceso anti-doping tras las revelaciones del Informe McLaren en 2016: una trama, auspiciada y ejecutada por el Estado ruso, encaminada a manipular (y posteriormente, encubrir) los exámenes potencialmente fallidos de los atletas rusos durante los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi en 2014. Además del nuevo protocolo, el COI suspendió al Comité Olímpico ruso de la cita de PyeongChang: los atletas de aquel país tendrán permiso de competir bajo estrictos estándares anti-doping y en representación de los colores y la bandera olímpica. Las siglas OAR (Olympic Athletes from Russia) sustituyó al nombre de la nación. La medida, severamente criticada por el gobierno de Vladimir Putin ("una cruzada de occidente para manchar el nombre de Rusia") no mereció boicot. Al final, los antecedentes minaron los resultados de la delegación en PyeongChang.
En los Juegos de Sochi, Rusia ganó sus primeros Juegos de Invierno desde la edición de Lillehamer '94. La delegación local obró un máximo histórico de 11 oros, nueve platas y nueve bronces. En el último día de competencia, derrotaron en el pulso a Noruega, que les escoltó el segundo sitio del medallero con la misma cantidad de primeros lugares, pero cinco platas menos. Sin embargo, el terremoto del Informe McLaren y la subsecuente instauración de la Comisión Oswald (comité disciplinario presidido por el alto dirigiente del COI, Denis Oswald, encargado de revisar cada caso de dopaje ruso durante Sochi 2014) anularon los resultados de 14 atletas y despojaron 13 medallas a la cosecha del país ( cuatro primeros lugares, ocho segundos y un tercero). El 1 de febrero, el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS, por sus siglas en francés) revirtió la decisión de la Comisión Oswald por "insuficiencia de pruebas" y restituyó las marcas de siete atletas que aportaron, en suma, nueve preseas. Tras las reposiciones, Rusia sólo sufrió la pérdida de dos oros y dos platas. Hasta ahora, su recolección oficial es de nueve preseas áureas, siete plateadas y nueve de bronce.
De cualquier forma, con sanciones o sin ellas, el desempeño de la delegación rusa en PyeongChang fue diametralmente opuesto. A pesar de la suspensión de 42 atletas, por recomendación de la Comisión Oswald, los Atletas Olímpicos de Rusia presentaron el tercer contingente más amplio de PyeongChang 2018, sólo detrás de Canadá y Estados Unidos (168 deportistas). Sin embargo, la cosecha fue notoriamente inferior respecto a Sochi: dos oros, seis platas y nueve bronces. Sin sanción, nueve primeros lugares menos. Con sanción, siete. Alina Zagitova, de 15 años, reina del patinaje artístico femenino, y la selección de hockey sobre hielo, que se impuso con drama a Alemania en una final que destrabó el empate hasta la prórroga, llevaron a la bandera olímpica a lo más alto del podio. El himno ruso resonó oficialmente, aunque el equipo de hockey lo entonó a capella durante la premiación pese a las restricciones del COI.