Todo se decidirá en el Emirates
Chelsea y Arsenal empataron a cero y ninguno tomó ventaja para el partido de vuelta, que se celebrará en el campo del Arsenal.
El Chelsea y el Arsenal se jugarán el pase a la final de la Copa de la Liga dentro de dos semanas en el Emirates Stadium después de empatar a cero en un primer partido en el que la única noticia estuvo el uso del VAR.
El equipo de Antonio Conte fue ligeramente superior durante la primera mitad pero apenas fue capaz de poner apuros a David Ospina con dos disparos de Victor Moses del extremo zurdo y un cabezazo de Cesc Fábreas a centro de Azpilicueta. Del Arsenal se vio todavía menos. Las ausencias de Ozil (por lesión) y Alexis Sánchez (por descanso o por su posible traspaso al Manchester City) redujeron a la nada un equipo que llegaba al encuentro hundido tras caer en la FA Cup ante el Nottingham Fores.
El VAR se erigió así en el gran protagonista durante 45 minutos intrascendentes tanto en juego como en el resultado. Martin Atkinson fue avisado hasta en tres ocasiones para consultar el videoarbitraje pero en todas ellas las cámaras dieron la razón la decisión previa del trencilla. Un rifirrafe entre Azpilicueta y Chambers dentro del área que acabó con el español por los suelos fue la primera jugada para la polémica. Atkinson no vio nada punible en primera instancia y, tras consultar por el pinganillo con un asistente, también se decidió que siguiera el juego.
El VAR volvió a aparecer minutos más tarde tras una falta de Bellerín a Cesc Fábregas en el medio del campo. El árbitro chequeó de nuevo la jugada pero otra vez el asistente que estaba viendo las cámaras le dio la razón y el juego se reanudó sin amonestaciones.
Ya al final de la primera mitad volvió a aparecer el videoarbitraje después de que Maitland-Niles pidiera penalti por una entrada de Moses. Atkison detuvo el juego por unos instantes pero las cámaras también determinaron que no hubo falta del lateral del Chelsea como ya el árbitro había presagiado.
El 0-0 continuaba mientras tanto el electrónico de Stamford Bridge y así siguió hasta el descanso. El Chelsea volvió a hacer un amago de lanzarse a por el partido en el inicio de la segunda parte y un buen disparo de Álvaro Morata desde fuera del área volvió a obligar a Ospina a intervenir para mantener el empate.
El propio Morata lo intentó dos veces más en los minutos siguientes pero no tuvo fortuna necesaria para encontrar el gol en los metros finales. El Chelsea no se atrevió después a dar el paso al frente necesario para ganar el partido mientras que el Arsenal dio por bueno el 0-0 de cara al partido de vuelta. Así, el empate se mantuvo hasta el final pese a que en el minuto 89 el VAR generó de nuevo cierta incertidumbre al entrar en acción para analizar un posible penalti de Welbeck sobre Cesc Fábregas. Atkison dejó seguir pero tuvo que esperar más de un minuto para que las cámaras le dieran la razón. Entonces, ya sólo quedó tiempo para cinco minutos de descuento que no sirvieron para deshacer un 0-0 que deja todo abierto para el partido de vuelta en el Emirates Stadium.