Dybala erra un penalti en el 97' y el Lazio vence a la Juventus
El VAR, por enésima vez, intervino, tras un minuto de espera hizo cambiar la opinión del árbitro, y Dybala se presentó ante Strakosha desde los once metros.
Tras la veraniega hazaña en la Supercopa italiana, el Lazio volvió a batir a la Juve en un partido infinito, que regaló emociones hasta el último segundo: para los de Inzaghi es otra señal de su gran proyecto técnico, para los bianconeri la primera derrota después de 41 jornadas de la Serie A. Allegri decidió prescindir de Dybala, saliendo de inicio con un 4-3-3 y el tridente Douglas Costa, Higuain, Mandžukic.
El enfrentamiento fue igualado en la primera mitad, pero la Vecchia Signora daba la sensación de tener más llegada y abrió la lata tras 23 minutos. Douglas Costa aprovechó un rechace de Strakosha para firmar su primer tanto con la elástica bianconera; los romanos protestaron mucho por un posible fuera del juego del brasileño, pero, tras un minuto de espera, el VAR convalidó el gol. Y, una vez más, tuvo razón: era legal. Antes del descanso, además, Higuaín pudo haber marcado el segundo, pero le faltó suerte: presionando al meta rival, el punta logró desviar su despegue, pero, increíblemente, a dos metros de la línea de gol el balón acabó en el travesaño.
Los biancocelesti, que en los primeros 45 minutos, a pesar del marcador, mostraron como siempre una buena organización de juego, se desatascaron en el comienzo de la reanudación: un enorme Luis Alberto, una vez más protagonista, puso a Immobile solo delante de Buffon y el napolitano no falló. Tras una gran oportunidad para Higuaín neutralizada por Strakosha, el delantero italiano recibió otro gran pase vertical, esta vez de Milinkovic-Savic, y en el corazón del área intentó regatear a Buffon, que le tumbó. Fue penalti, y Ciro lo transformó sumando ya 11 dianas en 8 jornadas de liga, 15 en todos los encuentros de la temporada. El mejor rendimiento de su carrera.
Era el minuto 54 y los bianconeri tenían todo el tiempo para volver a dar otra vuelta a la tortilla. Allegri decidió sacar a Dybala, que tardó poco en mostrar cuanto se le había echado de menos. La Vecchia Signora empujaba y la Joya, con asistencias y regates, iluminaba su ataque, pero el marcador no se movía (tampoco cuando el Lazio, con varios contragolpes, estuvo a un paso de la sentencia). El dramático e inolvidable desenlace del partido se inauguró con un zurdazo cruzado del mismo Dybala, que hizo temblar la base del palo en el 91'. Aún faltaba mucho para el pitido final: dos minutos después Caicedo se hizo hipnotizar por Buffon devorándose el 1-3, y los bianconeri se volcaron al ataque, hasta que, en el 95', una dura entrada de Patric sobre Bernardeschi en el área causó las enfurecidas protestas de los locales hacia el colegiado Mazzoleni, que no había concedido la pena máxima.
El VAR, por enésima vez, intervino, tras un minuto de espera hizo cambiar la opinión del árbitro, y Dybala se presentó ante Strakosha desde los once metros. Era la última jugada del partido y valía un punto, pero el argentino falló por segunda vez consecutiva (ya lo había hecho en Bérgamo), desatando la fiesta de los laziali: es su primera victoria en Turín desde 2002, un resultado histórico que, además, pesa mucho en la pelea por el Scudetto. El Nápoles, líder, esta noche se enfrenta al otro equipo de la capital, el Roma y con una victoria alargaría su ventaja sobre el vigente campeón a 5 puntos. Los que la Juve perdió en las últimas dos jornadas.