Suárez, Rafinha, Neymar (2) y Arda solucionan un partido en el que Sergi Roberto dio un máster y en el que el Sporting se descompuso tras la roja a Lora. Iniesta y Rakitic descansaron.
Luis Enrique aprovechó la visita a su tierra para seguir insistiendo en la idea del fondo de armario, que quedó tocada hace dos semanas en el Camp Nou en el naufragio ante el Alavés. En previsión del partido de Champions ante el Borussia de la próxima semana, al asturiano no le tembló el pulso a la hora de confeccionar el equipo.
El portero alemán creó el caos en un par de acciones temerarias, especialmente cuando en el minuto 26 se pasó de frenada al ir a buscar un balón y salió del área provocando una falta sobre la frontal.
Tras el descanso, el Sporting tiró de nuevo de orgullo e ilusión aprovechando que el Barcelona, con bastante razón, daba ya el partido por liquidado. La iniciativa volvía a ser local, pero Piqué, que es de los pocos del Barça que da la impresión de disfrutar en cada partido, era un muro demasiado alto para que lo saltasen los asturianos.
Con el partido en su último tramo, Luis Enrique y Abelardo empezaron a reservar jugadores. El del Barça hizo los cambios pensando más en dar descanso a piezas clave (se retiraron Suárez y Busquets) que en aumentar el marcador, pero el arreón final del Barça fue demoledor.
De la mano del incansable Sergi Roberto, Neymar marcó el tercero y Arda el cuarto. El brasileño repitió a dos minutos del final a pase de Denis culminando una goleada pirotécnica que demuestra que este equipo, incluso en sus días malos, sin Messi y con rotaciones, sigue teniendo una potencia de fuego que está muy lejos de la capacidad de respuesta del Sporting.