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TOTTENHAM 0 - ATLÉTICO 1

El centro del campo está cubierto: ¡Tiago es el fichaje!

Jugó 57' ante el Tottenham y fue el mejor. Vrsaljko gusta y Godín hace el gol. El Atleti gana a Pochettino en la International Champions Cup. Dos partidos, dos victorias.

Actualizado a
El centro del campo está cubierto: ¡Tiago es el fichaje!
Scott BarbourGetty Images

Hay cosas que nunca cambian. Si algo respeta este Atleti del Cholo son las jerarquías, los tradiciones. Servía el partido en Melbourne, este debut en la International Champions Cup, para testar, para ver a los nuevos, para saber cómo encajan, cómo respiran, pero al final lo que mandó fue lo de siempre. O sea, los Gabi, Tiago, Filipe o Godín. Ellos y el balón parado y el saber sufrir.

No se reservó nada Simeone. Cada prueba cuenta. Cada partido es una piedra más para enterrar el recuerdo de Milán. Más si enfrente está el Tottenham de Pochettino, un espejo. Éste, por cierto, tampoco se reservó nada. Tres buenos tiene en Australia, Janssen, Eriksen y Lamela, y los tres jugaron de inicio. Al principio, el partido fue suyo. Más sólido, mejor plantado que un Atleti quizá abotargado por jet lag, la paliza en las piernas de 15 días en San Rafael o el simple y mero cansancio. Un trallazo al larguero de Omotah le quitó al partido (en el 11') la espesura de los partidos de verano y, a 17.000 kilómetros de casa, avanzó quien sería el jugador número 12 del Atleti en el partido: la madera. Repelió esta y también un disparo de Lamela a la base del poste derecho que funcionó como despertador. Desde aquí se acabó el Tottenham y el Atleti tomó el partido por la pechera.

Treinta minutos le había durado el jet lag a los del Cholo. Y más allá de las buenas sensaciones que dejaba Vrsaljko en la derecha en cada centro y cada carrera, las buenas noticias del Atleti no fueron más que viejas noticias. Ese Gabi, barriendo cada balón del Tottenham que pasaba cerca de sus botas. Y, por supuesto, Tiago. El portugués está de vuelta y este Atleti 2016-17 no podría tener un mejor fichaje. Ayer Tiago estuvo bien, muy bien, los 57’ que jugó. ¿La tibia rota? Una vieja cicatriz olvidada. ¿Las sensaciones? Que su DNI dirá lo que sea, pero sobre el campo se mueve con la fuerza de un chico de veinte. Y si Tiago está bien, el Atleti baila, sonríe y juega.

Fue Godín el encargado de hacer que esa superioridad se reflejara en el marcador. Sacó el central su disfraz de delantero centro y cazó una falta ejecutada por Gabi que peinó levemente Winks. Ocurrió cinco minutos antes de que el árbitro pitara el descanso. Aquí murió el partido.

En la segunda parte, ya sin Tiago y los dos equipos inmersos en un carrusel de cambios, pruebas y chavales, destacó Oblak. El Atleti, parecía, se conformaba con el 1-0 (otro clásico) y el esloveno sacó dos veces los guantes para espantar cualquier aspiración spur de empate. La primera a un disparo a bocajarro de Macon que repelió con reflejos de portero de balonmano y, la segunda, una falta ajustada de Jassen. No volvió a pisar el Tottenham su área y el partido terminó de morir de verdad con detalles de Caio y desbordes de Amath. Las ganas de ver a los Hernández (Lucas y Theo) juntos o a Santos Borré deberán quedar para el siguiente. En este partido brilló un fichaje, Tiago Mendes. Lo dicho, un clásico. Y, ojalá, no se apague nunca.