Will Smith se muestra en redes con Jada Pinkett tras desvelarse que llevan siete años separados

El actor, días después de pronunciarse sobre la polémica, ha compartido imágenes junto a ella y el resto de la familia en el cumpleaños de la madre de la actriz.

Will Smith se muestra en redes con Jada Pinkett tras desvelarse que llevan siete años separados

Que Jada Pinkett ha publicado sus memorias es algo que, a estas alturas, todo el mundo sabe. La serie de confesiones que están saliendo a la luz a raíz de la rueda de entrevistas que acompaña dicha publicación han situado a la actriz en la primera línea informativa.

Especialmente aquellas relativas a su matrimonio con Will Smith: que llevan siete años separados, que tenían una habitación sexual para los dos, que Chris Rock intentó tener una cita con ella, etc. Hace escasos días Smith se pronunció al respecto en un tono agradable y conciliador; y ahora, comparte por Instagram unas imágenes familiares con Pinkett.

Dichas fotografías, reflejo de la buena etapa que ambos están atravesando, muestran instantes de la celebración por el 70 cumpleaños de la madre de la actriz. En una, todos posan con la matriarca, incluidos dos de los hijos de Smith. Y en otra, la pareja aparece unida, risueña y animada, ante una tarta de cumpleaños.

También ha publicado Smith un vídeo que termina de completar la buena sintonía entre la pareja entre la pareja y, en general, con toda la familia: aparecen todos bailando y cantando el ‘cumpleaños feliz’, disfrutando del ambiente y de la emoción de un día señalado en el calendario familiar.

Una habitación para el sexo

Una de las últimas revelaciones de la actriz, que ha salido directamente de las páginas de su libro, ha sido un bombazo mediático. Empieza por hábitos de sueño y termina en una habitación sexual. Tal y como cuenta, cuando sus hijos eran pequeños dormían en la misma cama de Will y Jada. Al principio era un plan adorable, pero a medida que fueron creciendo la pareja empezó a echar de menos aquella intimidad nocturna que tenían y perdieron. Y la solución fue un cuarto dedicado al sexo.

“Para que tuviéramos nuestro propio espacio, construí un precioso nido de amor para los dos adultos en nuestro dormitorio, con un techo abovedado lleno de estrellas parpadeantes”, cuenta Jada en sus memorias. Con el paso del tiempo, sus hijos acabaron adueñándose también de esa habitación.