Wanda Nara enfurece con el último movimiento de Icardi

El culebrón protagonizado por Wanda Nara y Mauro Icardi parece hacer llegado a su fin. Después de meses de idas y venidas, una deslealtad por parte del jugador, varias especulaciones sobre nuevas parejas y una breve reconciliación con viaje a Maldivas incluido, el matrimonio podría haber puesto punto final definitivo a su historia de amor. Y es que el último movimiento en redes sociales del futbolista habría hecho enfurecer a la influencer provocando un antes y un después.

“Wanda Nara tiene muy claro que la relación no funciona”, dice Ana Rosenfeld, abogada de la mediática argentina, en declaraciones para el programa ‘LAM’. “Conozco las dos versiones, y conozco la insistencia de Mauro Icardi de recuperar la pareja, él no termina de cortar”, añade. La jurista también explica con detalles el detonante de la enésima ruptura del matrimonio: las imágenes de carácter íntimo que el futbolista publicó recientemente en su perfil de Instagram y que posteriormente borró.

“Estuve hablando con Wanda Nara y ella está muy enojada porque se trató de fotos privadas, de la intimidad, y no estaban destinadas a ser públicas como para probar si estaban juntos o no estaban juntos”, sigue apuntando Ana Rosenfeld. “Es evidente que Mauro sigue luchando, pero a estas alturas es un desafío mayor, que es lo que está indignando a ella”, dice la abogada dejando claro que por parte de la argentina la relación ya no tiene solución al haber “varios temas irreconciliables”.

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“Esa foto le molestó mucho. Ella lo intentó, no solo por los diez años de matrimonio, felicidad y más… Sino también, por la familia que formaron. No se dio y por eso, ella lo confirmó”, cuenta respecto a las últimas palabras de Wanda Nara en redes sociales donde dijo: “lo intenté porque creo que una relación de tantos años merecía otra oportunidad, pero no resultó”.

La carrera de Wanda Nara

La exitosa carrera de Wanda Nara en la televisión argentina sería otro de los motivos de discordia. Según Ana Rosenfeld, el futbolista no vería con buenos ojos que su expareja trabaje: “Él la quiere en casa. A las mujeres que nos gusta trabajar, ningún hombre no hubiera puesto freno y nos diría que nos quedemos en casa con los hijos”.