Soy británico, vivo en España y estos hábitos vergonzosos de los turistas me dan escalofríos
James Smith es un joven que lleva más de una década viviendo en España, donde se ha dado cuenta de algunas costumbres que siguen sus compatriotas.
James Smith es un joven británico que lleva ya más de 10 años viviendo en España. Una tierra que se ha convertido en su hogar, y en la que ha encontrado todo tipo de oportunidades al cabo de estos años.
De hecho, es fundador de Learn Spanish with James, que es una popular plataforma para aprender español, pues él lo aprendió de su paso por Argentina, Costa Rica, y también en nuestro país, en el que ha terminado asentándose.
Además, cuenta con una gran experiencia de cómo es la vida en España, y en un vídeo no duda en hablar de cómo es un destino ideal para turistas británicos, de quienes se siente avergonzado en muchas ocasiones, y es que ha llegado a fingir ser canadiense: “Al vivir aquí a tiempo completo, lo ves todo. Y créeme, algunas de las cosas que hacen mis compatriotas británicos me dan ganas de fingir que soy canadiense”.
Después, pasa a enumerar qué hábitos le molestan, empezando por negarse a probar platos más allá del ‘fish and chips’, tratando a la paella como algo extraterrestre y pidiendo “solo patatas fritas” cuando les traen patatas bravas. “He visto a turistas pasar por delante de increíbles bares de tapas para hacer cola en un pub irlandés que sirve lasaña recalentada en el microondas. Es como visitar el Louvre y solo mirar la tienda de regalos”, destacaba.
James hace mención de cómo hablan en inglés más alto que en Reino Unido, y es que creen que elevar el volumen mejora la comprensión. Además, esperan que todo el mundo pueda hablar el inglés perfectamente, sin llegar a intentar comunicarse en español, ni siquiera con gestos de cortesía como un “por favor” o un “gracias”.
Otra cosa que molesta de sobremanera a James es cómo los británicos se quejan de que todo es “demasiado español”: “He oído a turistas británicos realmente molestos porque la televisión española no es en inglés. Parecen olvidar que son invitados en el país de otra persona”.
Pero, además, consideran la siesta como una molestia personal, y eso ya enfada al joven británico, quien expone también una situación que ha vivido: “He visto a turistas realmente enfadados porque una panadería no les sirve pan a las tres de la tarde. Actúan como si los empresarios españoles estuvieran siendo deliberadamente incómodos, cuando en realidad solo están siguiendo una tradición sensata que se remonta a siglos atrás".
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Otras dos cosas que le molestan a James es cuando los británicos se emborrachan demasiado, pues cree que refuerza demasiado los estereotipos negativos que tienen. Así como la de no vestirse arreglados para ir a una comida o una cena.
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