Si tu perro hace cualquiera de estas cosas, significa que es más inteligente que el resto
‘Daily Mail’ ha elaborado un listado de retos que, según veterinarios y psicólogos, muestran el nivel cognitivo del can.

Sobre la inteligencia de los canes se ha escrito tanto que podría inundarse de tinta medio Viejo Continente. Y, pese a todo, todavía sigue siendo un misterio que la ciencia, amén de su inexorable avance, no hace sino incrementar con más certezas y el doble de preguntas. Ahora, de manera sintetizada y resumida, el Daily Mail, tras contactar con veterinarios y psicólogos caninos, ha tratado de exponer algunos trucos para comprobar cuán listo es un perro.
Prueba de la toalla
En primer lugar, el reportaje menciona la prueba de la toalla: el dueño debe colocar una toalla sobre la cabeza del can y cronometrar el tiempo que tarda en quitársela. “Siempre que tu perro se enfrenta a una situación nueva en la que necesita hacer algo, pone a prueba su capacidad para resolver problemas”, dice la doctora Zazie Todd.
No obstante, este reto puede no ser considerado óptimo porque algunos perros perciben esto como una experiencia negativa y, en general, “es mejor utilizar pruebas en las que los perros tengan la oportunidad de vivir una experiencia positiva”.
Prueba de la golosina escondida
Un ejemplo de incentivo o experiencia positiva es la prueba de la golosina escondida, reto diseñado para evaluar la capacidad del perro para recordar información. “Esconde una golosina cuando el perro esté fuera de la habitación y luego deja que entre para que la encuentre. Esta primera etapa consiste en enseñarles a usar el olfato”, cuenta Todd, revelando que debe realizarse varias veces más —y en el mismo sitio— para observar “cuántas veces necesita antes de que comiencen a correr hacia ese lugar en busca de la chuche”.
Prueba de la taza
Juliane Kaminski, directora del Centro de Cognición Canina de la Universidad de Portsmouth, destaca la prueba de la taza. “Una prueba sencilla en el área de la cognición social es coger dos tazas de apariencia idéntica, esconder comida debajo de una taza y luego comunicarle al perro la ubicación correcta de la comida señalando la taza correcta o simplemente mirando", expone.
Los resultados se evalúan de forma sencilla: si el perro es capaz de elegir la taza solo con la señal, es bueno siguiendo gestos. “Creemos que esta es una de las habilidades más destacadas de los perros y algo en lo que son incluso mejores que el pariente vivo más cercano de los humanos, los chimpancés”, añade. Se puede complicar todavía más la prueba enseñándole la comida y moviendo las tazas antes de mostrárselas, algo que, normalmente, suele complicar mucho la tarea a los canes.
Prueba de la confianza
Merecida reputación tiene la prueba de la confianza, que consiste en coger al perro y moverlo lentamente hacia una pared: un perro que permanezca en alerta no dejará que sus patas traseras golpeen la pared, mientras que uno confiado y obediente ignorará esto.
Sin embargo, pese a lo extendida que se encuentra esta prueba en redes sociales, numerosos expertos ponen en duda su utilidad en la medición de la capacidad cognitiva del perro.
Prueba de la barrera
La quinta prueba es la de la barrera, que, según Katriina Tiira, psicóloga canina de la Universidad de Helsinki, pone a prueba el razonamiento espacial del perro y su control inhibitorio, que es la capacidad para suprimir impulsos y resistir tentadoras distracciones.
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Este reto consiste en colocar una barrera en forma de V que el perro pueda atravesar con la mirada pero no saltar. Se debe mostrar una golosina al perro y colocarla al otro de la barrera; luego, debe observarse cuánto tarda en coger la chuchería el can, que tiene que darse cuenta de que debe rodear la verja porque no puede traspasarla. Si tarda poco, es inteligente.
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